Probablemente fuera el debut soñado. Guillermo Hermoso de Mendoza le cortó dos orejas a su segundo toro, el sexto de la tarde, y abrió la puerta del Encierro para salir en hombros. Antes, y ante las cámaras de Movistar Toros, el rejoneador afirmó estar "muy feliz de sentir esta plaza, de sentir la normalidad, de volver a los Sanfermines, de debutar aquí".
Pese a hacer una buena faena con el primero de su lote, los fallos en el descabello le privaron del trofeo, pero en el segundo se desquitó: "Tengo que soltar la rabia del primer toro, pero estoy muy contento con este. Ha sido una faena con menos emoción pero que también ha tenido momentos bonitos", decía.
Finalmente, en referencia a la salida por la puerta grande de Las Ventas y La Maestranza, señaló que "está siendo una temporada muy bonita, no nos podemos quejar".
Por su parte, su padre, Pablo hermoso de Mendoza, también se mostró satisfecho con la tarde de su hijo: "Estoy muy contento porque sé lo importante que era para él y para toda la familia la tarde de hoy. Su presentación en Pamplona es un sueño que él tenía desde niño y para eso venía muy preparado y mentalizado", dijo.
El rejoneador aseguró también que cada día ve más preparado a su hijo: "le veo muy cuajado, cómo aguanta la presión, cómo cada vez tiene más soltura", aunque matizaba que aún le falta experiencia. "Apenas si lleva cinco años, pero dos de ellos han sido de pandemia en los que apenas ha toreado una corrida el primer año y muy poquitas el año pasado. Le falta torear y cuajarse, le falta ese colmillito que le da la plaza, pero tiene la lección bien aprendida", apuntó.
En referencia a la corrida de mañana, en la que compartirá cartel con el Juli, Morante y Roca Rey, el estellés señaló que después de haberse "quitado la presión de hoy, que era muy grande", va a "intentar disfrutar de mañana que es una corrida histórica".
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