No ha aguantado hasta las fiestas de San Fermín. El pasado 30 de junio de 2025 ha sido el último día de una tienda que ha formado parte del paisaje del segundo Ensanche de Pamplona durante casi cuatro décadas. En el número 43 de la calle Paulino Caballero, justo en la frontera entre la nostalgia y la rutina, las persianas se han bajado para no volver a subir.
El cierre no ha pillado del todo por sorpresa. En los últimos años, su responsable ha intentado encontrar un traspaso, con la esperanza de que alguien recogiera el testigo. No ha habido suerte. Nadie ha querido continuar con el negocio, y aunque él ha aguantado más de lo que muchos hubieran soportado, finalmente ha decidido poner fin a la aventura.
El anuncio del cierre se ha hecho público a través de redes sociales. Un cartel sencillo pero contundente: “Estimados clientes y amigos. La librería Horizontes cierra sus puertas por jubilación. Liquidamos todo el stock de papelería y regalos con descuentos exclusivos. Último día: 30 de junio de 2025. ¡No te pierdas esta oportunidad única!”.
Desde entonces, han sido muchos los que se han acercado a la tienda. Algunos, para aprovechar las rebajas. Otros, simplemente para despedirse. Y la mayoría, para agradecer. Agradecer el trato, la atención, el ambiente.
“Un trato exquisito, un señor amable y ayuda en todas las dudas que tengas. Hay muchos objetos de colección impresionantemente bonitos. Lo recomiendo al 100%”, ha escrito una clienta en Internet. “Hoy hemos estado comprando ahí y el dueño ha sido encantador. Entrañable lugar, atendido de forma excelente por buenas personas muy profesionales”, ha apuntado otra persona.
Durante el mes de liquidación, la persiana ha seguido subiendo con puntualidad. Como lo ha hecho cada día, de lunes a sábado, durante años. De 10:15 a 13:45 y de 17:15 a 20:00 horas. Sin empleados. Sin relevo. “A veces se alarga porque siempre hay quien apura hasta el final”, ha comentado con naturalidad. Él se ha ocupado de todo: hacer pedidos, atender a los clientes, colocar los escaparates, mantener vivo el espacio.
Lo que pocos sabían es que aquel librero de barrio empezó a trabajar con solo 14 años. “Yo no quería estudiar y mi madre me dijo que entonces me pusiera a trabajar”, ha contado con una sonrisa. Así ha empezado en la histórica Librería Sánchez, en la Plaza de la Cruz, donde se ha formado entre libros, papelería y conversaciones. Desde entonces, no ha salido del gremio.
Juan Goñi, de la librería Horizontes, en la calle Paulino Caballero 43. PABLO LASAOSA
Ahora, con 70 años recién cumplidos, ha decidido cerrar la puerta y dejar atrás toda una vida entre estanterías. Su nombre es Juan Goñi Larrea.
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