La A-15 a la altura del kilómetro 127 encabeza la lista de los radares que más multan en Navarra en 2024, con un total de 60.878 denuncias formuladas. Así lo revela el informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que ha analizado los dispositivos más activos de la DGT en la comunidad foral y su evolución respecto a 2023. Se trata del radar ubicado en la A-15 en sentido Pamplona a la altura de Lecumberri.
En segundo lugar se sitúa el radar de la A-1 (km 401, a la altura de Ciordia), que ha registrado 5.719 sanciones, seguido muy de cerca por el de la N-113, en Cintruénigo (km 91), con 5.531 denuncias. Ambos han experimentado un descenso en su actividad respecto al año pasado, cuando alcanzaron las 9.210 y 6.359 multas respectivamente.
También destacan por su volumen de denuncias los radares ubicados en la AP-68 (km 218), en Murchante, con 3.163 infracciones, y en la N-121-A (km 32), entre los túneles de Belate y Almándoz, con 2.372. En estos casos, las cifras también han bajado levemente en comparación con 2023.
La lista de los 10 radares más “multones” de Navarra la completan los siguientes puntos de control:
A-21 (km 24): 1.173 denuncias
N-121-A (km 60): 992 denuncias (aumento considerable frente a las 287 del año pasado)
AP-15 (km 34): 667 denuncias
AP-15 (km 20): 588 denuncias
AP-15 (km 70): 577 denuncias
Varios de estos radares no son fijos, sino móviles y cambian de punto exacto, aunque siempre en zonas anunciadas. Todos ellos están repartidos por las principales vías de la comunidad aunque con especial incidencia en los accesos a Pamplona, así como en tramos frecuentados por transporte pesado o turismos en trayectos de largo recorrido, lo que explica su alta intensidad de control.
Además del volumen de multas, el informe de AEA destaca el incremento de actividad de ciertos dispositivos. Es el caso del radar del km 60 de la N-121-A, que ha triplicado sus sanciones respecto al año anterior, o el de la NA-115 (km 18), que ha pasado de apenas 11 multas en 2023 a 423 en 2024, aunque no entra en el top 10.
En total, los datos demuestran que la vigilancia de la velocidad sigue siendo una prioridad en Navarra. Algunos radares han reducido su actividad, pero otros han visto incrementos notables, ya sea por un mayor control, cambios en la señalización o nuevas ubicaciones estratégicas.
