Navarra ha perdido las conexiones aéreas que consideraba estratégicas para reforzar la actividad del aeropuerto de Pamplona, justo en el momento en que los aeropuertos del entorno han comenzado a multiplicar destinos y a consolidar nuevas rutas nacionales e internacionales. El fracaso de la licitación impulsada por el Gobierno de María Chivite ha dejado a la Comunidad foral sin los vuelos anunciados a Barcelona, Andalucía y Europa, mientras el resto de aeropuertos cercanos avanza con ofertas cada vez más amplias y competitivas.
La licitación navarra, dotada con 4 millones de euros, pretendía asegurar dos rutas nacionales —Barcelona y Andalucía— y otras dos internacionales. Sin embargo, ninguna aerolínea ha presentado oferta, un resultado que ha puesto en cuestión la estrategia del Ejecutivo foral y ha dejado al aeropuerto navarro sin las conexiones que se habían anunciado para 2026.
Desde la oposición, se ha señalado que Navarra compite con “presupuestos demasiado débiles” frente a otros aeropuertos que sí están logrando atraer proyectos sólidos. El propio Gobierno ha reconocido que deberá “replantear la estrategia”, justo en un momento en el que la conectividad se ha convertido en un elemento clave para el turismo, la inversión y el desarrollo económico del territorio.
Mientras Noáin continúa sin avances, la situación en Foronda es completamente distinta. El aeropuerto vitoriano encara la temporada de invierno con una oferta en expansión y con nuevas rutas regulares ya operativas de Volotea, que se han sumado a las de Ryanair. La llegada de Volotea ha permitido estrenar conexiones directas con Madrid y Barcelona, con cuatro vuelos por semana en cada destino y billetes que llevan semanas a la venta tras el inicio de las operaciones el pasado noviembre.
Además de estas nuevas conexiones, Foronda mantiene su red regular con Sevilla, Alicante, Bruselas-Charleroi y Milán, operada por Ryanair, que ha asegurado su continuidad hasta 2028. La programación se completa con un importante calendario de vuelos chárter hacia países como Egipto, Marruecos, Turquía, Eslovaquia o Italia, así como con viajes específicos para el puente de diciembre y la Semana Santa de 2026.
El contraste ha reabierto el debate sobre el papel de Navarra en el mapa aéreo del norte peninsular. Mientras la Comunidad foral reconoce que deberá estudiar “posibles mejoras” tras el concurso desierto, aeropuertos cercanos continúan ganando peso con nuevas rutas, mayor inversión y un calendario anual que no deja de crecer. El resultado vuelve a dejar a Pamplona en una posición delicada y, por ahora, sin las conexiones estratégicas que el Gobierno había presentado como prioritarias.
