Algunas localidades de Navarra mantienen todavía hoy la costumbre muy arraigada de colocar las esquelas en papel en un expositor situado en la calle. El objetivo es que los habitantes conozcan de inmediato el fallecimiento de un vecino. Es una tradición que ‘choca’ al visitante o al turista, acostumbrado a las esquelas en prensa o a los contenidos digitales.
Es una tradición muy arraigada en localidades navarras de medio tamaño como la ciudad de Estella y otras de la ribera como Lodosa o Mendavia, aunque con el paso del tiempo se supone que irá desapareciendo. En otros pueblos es la misma familia del difunto la que coloca la esquela en papel en las fachadas de la localidad.
En contacto con Vicente Garbayo, de la imprenta Garbayo de Estella, asegura: “Es un servicio que tiene mucha aceptación desde siempre, aunque no es a diario. Hay unas diez o quince esquelas al mes. Nos llaman del tanatorio, las hacemos y hay un chaval que es el que las coloca en los paneles”.
“Sabemos que se siguen mucho. Quizá porque Estella es una ciudad de unos quince mil habitantes y nos conocemos casi todos. En otra ciudad más grande sería diferente", señala este trabajador.
"Además, las siguen mucho la gente mayor que no domina tanto internet”, asegura Garbayo de 64 años de edad, que es la tercera generación de su familia en la imprenta
Una de las claves a las que alude Vicente Barbayo de que esta costumbre permanezca puede residir en el tamaño de la ciudad. Es decir, que no sea ni una localidad muy grande donde la gente no se conoce, ni demasiado pequeña como para que el boca a boca sea suficiente.
En Navarra, Lodosa y Mendavia avisan con esquela, pero sin la repercusión de la ciudad del Ega. Con sus diferencias y sin una cobertura tan amplia. La función del aviso funerario es meramente informativo. En Estella hubo cerca de sesenta paneles o expositores, donde se exhibían las esquelas en las calles de todos los barrios de la ciudad.
De hecho, quince vitrinas fueron especialmente preparadas y colocadas por los alumnos de la Escuela Taller en el año 2009, a las que se suman otras en lugares públicos, fachadas, puertas y muros, que completan la red de expositores en la ciudad del Ega. Actualmente, hay dos en el Paseo de la Inmaculada, otro en la Plaza de los Fueros y otros dos en la calle Fray Diego.
En ocasiones le acompaña alguna simbología u oración y también hay quien desea colocar la foto, una opción cada vez más demandada. Todos los expositores llevan el escudo de la ciudad o localidad como en el caso de Estella.
La costumbre de la esquela en la calle también se practica todavía en otros lugares de la zona norte de España como en poblaciones de tamaño medio de Guipúzcoa o Vizcaya. Las esquelas también se pueden ver en espacios públicos de poblaciones europeas de Francia, Italia, Grecia, Polonia y en Bulgaria.
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