El Gobierno de Navarra ha generado una fuerte decepción en la industria de la Comunidad foral tras la presentación del borrador de la Ley Foral de Industria y Fomento Empresarial. Así lo han manifestado las principales organizaciones empresariales y de la industria navarra, que han mostrado duras críticas al texto, calificándolo de falta de concreción, con mucha intención pero poca acción.
Las organizaciones, entre las que se incluyen la Confederación Empresarial Navarra (CEN), la Asociación de la Industria Navarra (AIN) y la Cámara de Comercio, la Asociación para el desarrollo de la Empresa Familiar Navarra (ADEFAN), Institución Futuro (IF) y el Clúster de la Industrialización de la Construcción de Navarra (ICONS), han presentado alegaciones al borrador con el objetivo de mejorar el diseño de una ley que asegure el impulso real del sector.
Las entidades han señalado que el borrador de la ley adolece de una visión estratégica y carece de compromisos claros en áreas fundamentales para la industria, como las infraestructuras clave, la fiscalidad, el arraigo empresarial y el diálogo social. A pesar de las altas expectativas generadas durante el proceso de elaboración de la ley, el resultado final ha sido calificado como decepcionante y poco ambicioso, con numerosos pasajes que contienen declaraciones de intenciones pero sin especificar plazos, presupuestos o consecuencias en caso de no ejecución.
La crítica más recurrente ha sido la falta de una legislación clara y concreta que impulse de forma efectiva la competitividad y el desarrollo económico de Navarra. En este sentido, se ha pedido al Gobierno foral que tome en cuenta las necesidades reales del sector, evitando la creación de nuevos órganos de gobernanza innecesarios que solo aumenten la burocracia. En lugar de ello, se ha propuesto fortalecer el Consejo de Diálogo Social, un órgano ya establecido que asegura la representación equilibrada de los actores clave en la región.
Otro aspecto criticado ha sido la falta de mención a las organizaciones empresariales y sindicales en la regulación de las condiciones laborales, pese a que son estas entidades las encargadas de negociar los convenios colectivos, fundamentales para crear empleo de calidad. Además, las organizaciones han señalado la ausencia de medidas específicas para garantizar la continuidad y el desarrollo de las empresas familiares, las cuales desempeñan un papel crucial en el empleo y el arraigo territorial de Navarra.
También se ha destacado la descompensación en el desarrollo de los diferentes capítulos de la ley, con un enfoque mínimo en temas clave como la competitividad y las infraestructuras, mientras que otros, como la economía circular, reciben un tratamiento más exhaustivo. Ante esta situación, se ha sugerido que ciertos capítulos, como el relacionado con la gestión de áreas industriales, podrían ser tratados mediante leyes independientes, lo que permitiría una normativa más ágil y efectiva.
Las organizaciones empresariales han reiterado su disposición a colaborar activamente en la mejora del texto, con el fin de diseñar una ley que responda de manera real a las necesidades del sector industrial navarro y que impulse su competitividad y crecimiento en el futuro.
