SOCIEDAD
Conflicto en seis centros de mayores de Pamplona: Fundación Caja Navarra asegura su continuidad
Los sindicatos, sin embargo, denuncian que Fundación Caja Navarra desmantela el proyecto Convive pese a haber prometido su continuidad.

Fundación Caja Navarra ha salido al frente y ha desmentido a los sindicatos que denuncian un desmantelamiento del proyecto Convive y ha destacado este martes su "compromiso con las personas mayores" mediante "la continuidad de su actividad" en sus seis centros y a través de "nuevos proyectos".
En un comunicado, después de que trabajadores y usuarios de los centros Convive hayan acusado a Fundación Caja Navarra de "desmantelar" el proyecto "con la decisión de cerrar 3 de los centros Convive y poner en cuestión la continuidad del resto", la Fundación ha respondido que "la actividad en dichos centros se prestaba mediante una empresa contratista externa, responsable en exclusiva de la relación laboral del personal adscrito a estos servicios". "Por tanto, la Fundación ni interviene ni es responsable de las decisiones laborales adoptadas por dicha empresa", han apuntado.
Además de la cesión temporal del centro Estafeta al Ayuntamiento de Pamplona, "manteniendo su continuidad", la Fundación "mantiene negociaciones avanzadas con el Ayuntamiento de Sangüesa para la cesión del centro de personas mayores ubicado en dicha localidad, con el fin de garantizar la continuidad de su uso como espacio de atención y participación social".
En este marco, se encuentra en fase de desarrollo un nuevo proyecto de innovación social en el local de Larrabide, donde las personas mayores "continuarán teniendo un espacio dentro de una propuesta abierta a la comunidad".
"Estas actuaciones responden a un proceso de análisis reflexivo orientado a una gestión responsable de los recursos y a la adaptación de los mismos a los nuevos retos sociales. La Fundación Caja Navarra trabaja para consolidar un modelo de atención centrado en la persona, comunitario y sostenible", han destacado desde la entidad.
Con esta línea de actuación, la Fundación Caja Navarra "reafirma su voluntad de seguir impulsando proyectos alineados con su misión y visión institucional, manteniendo a las personas mayores como un eje prioritario de su acción".
Así, "en coherencia con los objetivos recogidos en su Plan Estratégico 2023-2028", la entidad ha asegurado que "mantiene una línea de trabajo orientada a ofrecer una atención de calidad, cercana y adaptada a las nuevas realidades del envejecimiento".
La versión del sindicato
Sin embargo, el sindicato Comisiones Obreras ha denunciado que la Fundación Caja Navarra ha iniciado el desmantelamiento del proyecto Convive.
La decisión ha provocado una fuerte crítica desde los propios centros y entre colectivos sociales, que denuncian el abandono de los barrios y pueblos a los que daban servicio. El cierre ha supuesto ya el despido de cinco trabajadoras, mientras que el resto de centros Convive que siguen abiertos solo cuentan con una prórroga de seis meses sin garantías.
Uno de los centros en situación crítica es el de Sangüesa, cuya continuidad depende ahora de que el Ayuntamiento asuma su gestión. Si no lo hace, también cerrará. Mientras tanto, las personas usuarias —mayores, personas con dificultades de salud o redes comunitarias— quedan sin apoyo estable.
Desde los centros se señala que esta medida contradice directamente el Plan de actuación 2025 y el presupuesto aprobado por la propia Fundación, donde se recogía el mantenimiento de todos los centros Convive y la continuidad de sus trabajadoras.
El proyecto, que nació tras la pandemia con un enfoque renovado, ha demostrado ser eficaz y necesario según sus impulsores: ofrecía un modelo de intervención basado en la escucha activa, la cercanía y el trabajo en red con centros de salud, comercios, asociaciones vecinales y servicios sociales de base.
“No se está cerrando solo un proyecto. Se está destruyendo una forma de cuidar nuestros barrios, construir comunidad y no dejar a nadie atrás”, denuncian. El modelo de Convive ha sido considerado un referente por su capacidad para tejer redes de apoyo local y mejorar la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión.
La paradoja, señalan, es que la propia Fundación Caja Navarra recoge en su plan estratégico que su finalidad es mejorar la calidad de vida de los colectivos más vulnerables y reforzar su actividad fuera de Pamplona. Una declaración que choca de lleno con el cierre de estos centros, que precisamente cumplían con ese cometido.