El próximo 19 de octubre, el Ayuntamiento de Odieta y la Asociación de Campaneros de Navarra celebrarán la II Exhibición de Repique de Campanas en honor a Tomás Ganboa, quien durante 60 años ha mantenido viva la tradición del toque manual en la localidad de Arruazu.
La jornada, que se celebra en el Valle de Odieta, contará con una serie de actos que unirán danza, campanadas y una proyección especial, rindiendo homenaje a Ganboa y resaltando el valor de esta tradición reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La mañana comenzará a las 11:30 con danzas en Anocíbar, seguidas del ángelus a las 12:00 en Anocíbar, Ciáurriz y Ripa. A las 12:05, el toque de llamada a misa resonará en estas mismas localidades, marcando el inicio de una serie de repiques que se extenderán por distintos puntos de la región.
A las 12:10, se realizarán repiques de campanas y danzas en Ripa y Anocíbar. Poco después, a las 12:20, el sonido de las campanas llegará a Ripa, mientras que en Ciáurriz, a las 12:30, los dantzaris harán su entrada. Esta kalejira, acompañada de danzas tradicionales, culminará con un vibrante repique en Ciáurriz, en el que los asistentes podrán disfrutar de una danza sincronizada con el sonido de las campanas.
Para cerrar la jornada, a las 13:30 se proyectará el documental “El último repique” en la iglesia, un emotivo tributo a la vida de Ganboa y su dedicación a esta tradición ancestral. La proyección será el preámbulo de una comida a las 14:00 en honor al veterano campanero y a todos aquellos que mantienen vivo este legado cultural.
Para la comida, es necesario apuntarse en el siguiente formulario de google: https://forms.gle/aZZr1ytTq6gBa8eV6. También, hay que elegir menú y hacer el ingreso correspondiente en la cuenta que se indica.
Además, la jornada incluye un campanario a pie de calle y un aperitivo, donde vecinos y visitantes podrán conocer de cerca la labor de los campaneros. Con esta exhibición, el Ayuntamiento de Odieta no solo rinde homenaje a Tomás Ganboa, sino que también invita a la comunidad a valorar y preservar el toque manual de campanas, una tradición que resuena con la identidad y la historia de Navarra
