Unas 5.600 personas han asistido este domingo a la misa de la primera Javierada de 2024, presidida por el arzobispo de Pamplona, Florenció Roselló, que a su vez ha asistido a la que ha sido su primera Javierada, tras ser ordenado arzobispo de Pamplona el pasado 27 de enero y ha ofrecido una emotiva homilía en su primera cita importante con el santo navarro.
Según datos de la Guardia Civil, a la explanada de Javier han acudido 952 turismos, 36 autobuses y un total de 5.600 personas. En la jornada del sábado se registraron unos 4.800 peregrinos, 850 turismos y 29 autobuses.
La Guardia Civil ha informado de que "ha sido un primer fin de semana de Javieradas en la que no se ha producido ningún incidente de seguridad ciudadana" y "todo se ha desarrollado con absoluta normalidad".
El próximo fin de semana tendrá lugar la segunda Javierada. Las peregrinaciones de este año se desarrollan con el lema 'Corazones en camino'.
El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, ha presidido este domingo la misa de su primera Javierada, después de que el pasado 27 de enero fuera ordenado arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, y ha destacado durante su homilía que "Javier nos une, nos hace iguales a todos ante Dios". "En Javier nadie es más que nadie. Lo cual quiere decir que si aplicásemos el estilo de Javier en nuestra sociedad todo nos iría mejor y llegaríamos a acuerdos, cuando a veces parece que es imposible", ha resaltado.
Florencio Roselló ha explicado en la misa en la explanada del Castillo de Javier que ésta es su primera Javierada "en todos los sentidos, como creyente, como peregrino y como obispo, y creedme que impresiona". "Desde diciembre, cuando llegué por primera vez a conocer la diócesis, una realidad constante eran las Javieradas. Ya desde el día de mi ordenación episcopal, el pasado 27 de enero, me encomendé a San Francisco Javier para que acompañase mi ministerio episcopal. Y hoy lo vuelvo a hacer también. Delante de todos vosotros pido al santo que sea mi compañero de camino en mi peregrinar por esta diócesis", ha señalado.
Tras ello, Roselló ha afirmado que "el santo misionero consigue lo que muchas realidades de nuestra sociedad no consiguen". "Por encima de sensibilidades, de opciones políticas, de procedencia, de sexo, inclusive de credo, por encima de filias y fobias, nos reunimos en Javier sin preguntarnos por tantas cuestiones que en la sociedad nos separan, muchas veces inútilmente. Javier nos une, nos hace iguales a todos ante Dios. En Javier nadie es más que nadie. Lo cual quiere decir que si aplicásemos el estilo Javier en nuestra sociedad todo nos iría mejor y llegaríamos a acuerdos, cuando a veces parece que es imposible", ha destacado.
Roselló ha explicado que el lema de las Javieradas de este año es 'Corazones en camino' y ha añadido que "el corazón es el depositario de nuestros sentimientos, de los deseos y sueños de cada persona". "Hoy venimos a Javier a revisar nuestro corazón, a preguntarnos qué tenemos hoy en nuestro corazón, qué sale de él. En este camino de este año 2024, ¿qué ha brotado de nuestro corazón en camino?", ha planteado.
A continuación, ha señalado que "San Francisco Javier fue el del corazón inquieto, solidario y comprometido, que le llevó a salir a anunciar el evangelio". "Le llevó a dejarlo todo por el evangelio. Él fue un enamorado de Jesús. Un corazón ardiente en darlo todo y en dar a conocer a Jesús, por eso se puso en camino, en obediencia y disponibilidad a la Iglesia, para anunciar el evangelio hasta los confines de la tierra", ha apuntado.
En ese sentido, ha defendido que "la Iglesia de esta época, como la Iglesia de la época de San Francisco, está llamada a ser misionera". "No podemos permanecer en la comodidad de nuestros pequeños grupos de fe que se encierran en sí mismos y se dicen 'qué bien se está en este grupo', 'qué bien estamos en esta parroquia'. O salimos, o somos misioneros, o el evangelio se apaga, la palabra de Dios se silencia y la Iglesia se empobrece", ha destacado.
Además, el arzobispo ha subrayado que "ante las dificultades, que son muchas, no podemos adoptar una actitud de queja, de lástima, de derrota". "Hemos de ser una Iglesia peregrina, en salida, que sale de la parroquia, de la zona de confort y se arriesga por conocer la verdad. Y esa verdad es Jesús, que hoy queremos anunciarlo a través de nuestra peregrinación y por medio de nuestro santo San Francisco Javier", ha añadido.
Florencio Roselló ha señalado que "en este tiempo de cuaresma, tiempo de conversión y cambio, se nos invita a mirar a Jesús para estar en la luz y actuar en coherencia con su vida". "No se nos piden sacrificios, liturgias o penitencias, de tipo personal y sencillas, se nos pide más acciones de amor, de misericordia, de acogida, de perdón, de reconciliación, de fidelidad, de justicia. Más gestos con los pobres, con personas necesitadas, con inmigrantes sin rumbo ni techo fijo", ha afirmado, para subrayar que "mirar a la cruz" es "reconocer a nuestro lado los nuevos cristos crucificados que están demandando nuestra ayuda y solidaridad, están pidiendo luz".
El arzobispo ha resaltado que "es urgente salir de la pasividad ante la injusticia, del silencio ante las exclusiones, del conformismo ante la violencia, del desinterés frente a la suerte de los pobres, en otras palabras, de todo aquello que es contrario a los valores del Reino".
Roselló ha destacado que "peregrinar a Javier, salir de nuestras iglesias, de nuestras parroquias, es descubrir los nuevos rostros necesitados en los que se encarna Jesús, y es hacer sus causas nuestras causas". "Javier no es un paseo, es más que una marcha y un día de excursión, Javier debe ser un camino penitencial de cuaresma que me lleva al compromiso y a la solidaridad con los nuevos cristos de hoy, que llevan nuevas cruces pintadas de pobreza y de exclusión", ha señalado.
Florencio Roselló ha afirmado que "estas cruces que hemos portado y este vía crucis que hemos celebrado no son adornos o evocaciones de una historia del pasado, la cruz es una llamada del Dios de la vida a que seamos vida para nuestros semejantes".
El arzobispo ha destacado que "todavía son 500 misioneros navarros, hombres y mujeres que llevan la buena noticia de un Dios rico en misericordia, y hace que alcance a todos y que el mensaje liberador de Jesús no quede en el olvido". "Como lo hacía San Francisco, nuestros misioneros siguen anunciando el Evangelio, desde la promoción de la educación, de la sanidad, de la cultura, la justicia, los derechos humanos, haciendo que en cada cultura y lugar donde están las personas crezcan y se desarrollen", ha señalado.
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