Josu Hernández publicó en YouTube dos jotas, cuya letra ideó para colaborar con el proyecto benéfico de menús para los más necesitados.
El jotero Josu Hernández Asurmendi, de 34 años, ha querido crear y grabar dos jotas para apoyar el programa solidario desarrollado por Sonrisas de Comida, una asociación sin ánimo de lucro y radicada en el restaurante Elordi de la Bella Época, en Arre, cuyo objetivo es regalar menús a gente necesitada.
No es la primera vez que este pamplonés, con 18 años de jotas a sus espaldas, dedica sus esfuerzos a apoyar a los demás, ya que anteriormente participó en galas benéficas para reunir fondos con los que incrementar las investigaciones de las enfermedades raras, y también ha colaborado, entre otras, con la Asociación Navarra de Autismo.
Sin embargo, en esta ocasión se propuso brindar su voz a aquellos que pasan penurias a nuestro alrededor y que tienen dificultad incluso para satisfacer una necesidad tan básica como la comida. "Conocí esta iniciativa por internet, ya que la asociación es muy activa en Facebook, y como he colaborado en muchos otros proyectos solidarios, vi que era una oportunidad muy bonita", relata Hernández.
Así que dicho y hecho. Grabó junto a sus compañeros Roberto Urrutia (acordeón y voz) y y Carlos Jiménez Charli (guitarra y laúd) dos jotas, cuya letra también ideó, junto al jotero aragonés Carlos Palos, y las subió a las redes sociales. "Las grabé por sorpresa, sin decirles nada a Sonrisas de Comida, que desconocían que les había compuesto dos jotas. Cuando se enteraron, la sorpresa fue genial y se emocionaron mucho", apunta.
TAN SOLO EL INICIO
La colaboración de este jotero navarro -que empezó con las Hermanas Arboníes y que después cantó con las Gemelas Vega, Voces Navarras y Raíces Navarras- no acabó allí, ya que Hernández también participó cantando en la segunda gala benéfica de la asociación, celebrada el pasado 2 de diciembre con una cena solidaria en el restaurante Uslaer de Pamplona.
Además, otros artistas y personas famosas han apoyado asimismo al citado colectivo, como el mariachi navarro Chuchín Ibáñez, que grabó una ranchera para colaborar con el mismo proyecto solidario.
Sonrisas de Comida nació en mayo del 2015 y en ese mismo año repartió más de 200 menús, una cifra ampliada con el paso del tiempo y que en este momento supera ya los 1.500 menús. Su labor, como exponen en su página web, se basa en cadenas de favores: desde el que dona alimentos tales como pan, verduras, hortalizas o legumbres, hasta el repartidor que deja el menú en la mesa del necesitado. Y, por supuesto, también aquellos que con sus canciones publicitan el gran trabajo realizado por esta asociación, liderada por el cocinero Juanma Pedreño.
De hecho, el último proyecto de este colectivo es buscar socios que deseen colaborar con dos euros al mes para que, de ese modo, se pueda llevar la comida hasta las mesas de las personas necesitadas.
