El mundo de la pelota está de luto tras el fallecimiento de Naroa Elizalde, pelotari navarra de 27 años que no ha podido superar una enfermedad contra la que luchaba desde hace aproximadamente dos años. Natural de Zubieta, su trayectoria estuvo marcada por el esfuerzo, la pasión por este deporte y su compromiso con el crecimiento de la pelota femenina.
Elizalde fue una de las impulsoras del club Ados Pilota, el primer equipo de manistas exclusivamente femenino, en el que compartió camino con Iera Agirre y Maite Ruiz de Larramendi. Desde pequeña sintió una fuerte conexión con la pelota, influenciada por su entorno familiar y los partidos que veía en televisión.
A los seis años comenzó a jugar, pero, como ocurrió con muchas chicas de su generación, tuvo que dejarlo a los doce por la falta de competiciones femeninas.
Sin embargo, cuando la pelota a mano comenzó a abrirse camino para las mujeres, volvió con fuerza. En 2017, junto a su hermana Maialen, se inscribió en el primer Parejas organizado por la Emakume Master Cup, jugando con pelota goxua. Su evolución la llevó a cambiar de posición, pasando de zaguera a delantera, y a convertirse en una jugadora destacada por su habilidad con ambas manos. Participó durante cinco temporadas en distintas competiciones y llegó a ser capitana en la primera edición del torneo Plazandreak.
En los últimos años, centró su carrera en los frontones de Navarra y Guipúzcoa, compitiendo bajo el paraguas de Ados Pilota. La enfermedad que le fue detectada hace aproximadamente dos años frenó su actividad deportiva, pero no su legado en la pelota femenina.
Elizalde deja una profunda huella en el deporte navarro, tanto por su talento dentro de la cancha como por su impulso a la igualdad en la pelota a mano. Su fallecimiento supone una gran pérdida para la comunidad pelotazale, que la recordará como una pionera y un ejemplo de dedicación.
