La tienda Gasteiz componentes electrónicos de Pamplona es una de las más conocidas en este sector en toda la ciudad, donde llevaba ubicada sesenta años en la calle Navarro Villoslada 4 en el segundo Ensanche.
Desde hace pocas fechas se ha trasladado al polígono industrial de Mutilva Baja, calle V nave 13. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local.
Como es el caso, por ejemplo, del restaurante Ibiricu que sorprende con sus alucinantes huevos rotos o de la tienda Pádel nuestro que se ha convertido en toda una referencia para los amantes de este deporte.
Gasteiz componentes electrónicos era la tienda más veterana de la calle Navarro Villoslada. Comenzó su andadura profesional como una sucursal de la fábrica donostiarra del empresario vasco Ángel Iglesias.
En 1998 la compraron entre cuatro personas, algunos de ellos antiguos trabajadores, como es el caso de Iñaki Larumbe Beaumont, propietario del negocio junto con Enrique Fernández Belloso (ya jubilado), Javier Moisés Pascual e Imanol Ramos Rodríguez.
Iñaki Larumbe tiene 62 años "y tres cuartos" y es natural de Pamplona: "Llevo toda la vida en la empresa. Entré con 16 años justo al acabar los Sanfermines del 78 cuando ponían carteles en la caja registradora de que se necesitaba dependiente. Espero prejubilarme para julio de este año 2025".
El motivo del traslado del centro de Pamplona a un polígono industrial es el siguiente: "Lo fuerte nuestro ha sido siempre la industria. Al desaparecer las tiendas de electricidad del centro de la ciudad nos obligaba a traer cosas que nunca habíamos vendido como bombillas, enchufes, bases de red, interruptores, fluorescentes, etc, que no era lo nuestro y vemos que esto tampoco funcionaba", asegura.
Además, "al técnico que venía a la tienda le costaba mucho tiempo llegar hasta la calle Navarro Villoslada y también salir fuera de la ciudad hasta los polígonos donde está la industria. Cuando había que mandar palets fuera de España venían a recogerlos y la ubicación no era la más adecuada", afirma Iñaki Larumbe.
Iñaki cuenta una anécdota: "Un día llegó un camión de cinco ejes a Navarro Villoslada a cargar cinco palets de casi 600 kilos para llevar a Alemania y era inviable. Te ves abocado a salir de ahí, pero con mucha pena".
Reconoce la reacción de sorpresa de algunos clientes y amigos: "Ha habido personas que nos han echado la bronca entre comillas por irnos al ser un comercio referente. La gente se acostumbra a comprar pilas o bombillas. Sobre todo gente de bastante edad que no sabe ahora dónde va a comprar una pila o un cable".
Nos obstante, reconoce: "Nos vamos con bastante pena después de tanto tiempo en el Ensanche por todos los clientes y amigos de alrededor, pero la vida sigue adelante y hay que adaptarse. Aquí ahora estamos muchísimo mejor profesionalmente. Ahora estamos mejor situados".
Iñaki Larumbe destaca que aún no siendo una empresa familiar "nos consideramos muy familiares. Hemos sido siempre muy compañeros, muy amigos y muy familia". Sobre el futuro de la misma. señala: "Aunque yo me jubile esta empresa va a quedar en muy buenas manos".
En cuanto a la tienda de la calle Navarro Villoslada, que está cerrada, asegura: "Se va a poner a la venta en cuanto la vaciemos porque los traslados son eternos con cajas y cajas por todos lados para sacar el material", concluye Iñaki Larumbe.
