A menos de una semana para la manifestación convocada en Pamplona para poner en valor la bandera de Navarra, parte de la sociedad sigue defendiendo el símbolo foral por excelencia a lo largo y ancho de la geografía de la comunidad.
Este domingo un grupo de ciudadanos ha colocado una gran bandera en la iglesia y fortaleza de Santa María de Ujué, tal y como ya ocurriera previamente en el santuario de San Miguel de Aralar, en Tudela, en el Castillo de Tiebas y en el Castillo de Maya.
De esta forma buscan dar visibilidad a la enseña de Navarra como un símbolo de unión que representa a toda la Comunidad Foral. Y para darle difusión estos ciudadanos se han propuesto ondear la bandera en lugares icónicos para la historia de Navarra, por eso se ha elegido esta vez este santuario y fortaleza que se convirtió en el principal bastión del reino de Pamplona frente a los dominios musulmanes de las riberas del Ebro.
Los promotores de esta iniciativa consideran necesario llevar a cabo una respetuosa puesta en valor del estandarte navarro al entender que el Gobierno del cuatripartito y su viraje hacia el nacionalismo vasco han puesto en tela de juicio el carácter propio y singular de la Comunidad Foral.
Los artífices de que la enorme bandera siga enarbolándose por los monumentos más reconocibles de la Comunidad Foral tienen en mente desarrollar nuevas acciones y participarán en la manifestación del próximo 3 de junio en Pamplona.