El sacerdote ha explicado que "falta voluntad política" de los gobernantes para acoger a las personas que necesitan asilo.
El padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, ha cuestionado la "falta de voluntad política de los gobiernos" respecto a las personas refugiadas, al tiempo que ha puesto en valor la solidaridad que existe en la sociedad española, pese a que los "agoreros" dicen que "todo está mal".
"Nunca en la historia de la humanidad hubo tanto solidaridad" ha sostenido en la conferencia que ha ofrecido dentro de las jornadas de solidaridad "Solidariun 17", que se celebran en la Universidad de Navarra, en las que ha estado acompañado por la coordinadora de Tantaka, Sofía Collantes, quien se ha referido a él como una persona "audaz" y "emprendedora", que "toda su vida ha buscado cambiar la vida de los demás".
La sesión ha comenzado con la proyección de un vídeo en el que se repasa su trayectoria en "favor siempre de los más desfavorecidos", a través de proyectos solidarios en diferentes países y sin olvidar su labor en favor de las personas refugiadas.
"Es una vergüenza lo que estamos haciendo con los refugiados", señala el padre Ángel en el vídeo, palabras que ha corroborado luego en su intervención en la que ha hablado de "falta de voluntad política" por parte de los gobernantes que "siguen sin cumplir lo que han prometido", algo que, ha precisado, ellos mismos reconocen que no han hecho. En su opinión, "sigue faltando voluntad política, pero para eso están las ONG, para decir que tienen los brazos abiertos, que existen muchas personas que acogen, que acogerían", ha señalado al respecto.
La solidaridad ha sido el eje de su charla, en la que tras apuntar que mientras algunos creen que ésta es "patrimonio de algunos", de curas, monjas, religiosos o comunistas, no es así, es "patrimonio de todos".
El sacerdote ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad en estos momentos en los que "algunos dicen que están asustados, que tienen miedo, que no saben lo que va a pasar" y en ese sentido ha dicho que "nunca en la historia de la humanidad hubo tanto solidaridad, tantos hombres y mujeres que quieren hacer el bien".
En su discurso ha comentado que ha tenido ocasión de comprobar que era cierto lo que le decían de que Navarra era "un pueblo con muchos misioneros y misioneras", para señalar a continuación que aunque hoy puede haber "crisis de sacerdotes o religiosos", afloran los hombres y mujeres que van a esos países para trabajar e incluso algunos, como ocurrió recientemente con una cooperante de Cruz Roja, llegan a perder la vida.
En el posterior coloquio con los estudiantes ha querido contagiarles de su entusiasmo y les ha insistido en que "la felicidad está en servir a los demás, en querer a los demás", aunque "a veces las cosas no salen como uno quiere". A ellos les ha hablado de su experiencia en la parroquia de San Antón, que mantiene sus puertas abiertas las 24 horas del día, y de su admiración por las personas con discapacidad y quienes trabajan con ellas en una sociedad que ha pasado "de compadecerlas a admirarlas".
