Ciudadanos de distintas localidades de la Zona Media y la Ribera de Navarra han suscrito la denominada declaración de Cortes, en la que piden que se termine "con el trato discriminatorio" del euskera en estas zonas, lo que significa superar la zonificación lingüística.
A pesar de que, según datos del Gobierno foral, tan solo el 11,8% de la población navarra lo utiliza de forma intensiva o cotidiana, esta declaración reivindica "el euskera como lengua propia de Navarra, como algo de toda Navarra, y por ello pretende poner a las personas y los derechos en el centro".
Este sábado se ha presentado en la localidad ribera la iniciativa Hordago que apuesta por la "superación" de la zonificación lingüística de Navarra al considerarla un "obstáculo" para que "cualquier navarro o navarra pueda poner en práctica su derecho a conocer y usar el euskera en la totalidad del territorio foral".
En el acto, Kamila Guarin vecina de Peralta y Julian Vicente García vecino de Cortes, han leído una declaración en la que han considerado que la zonificación es "una fuente de discriminación, de desigualdad y de desunión de las navarras y navarros".
Por eso, han apostado por una Comunidad foral en la que "no tengamos distintos derechos según el lugar de Navarra en el que nos encontremos" y en la que "se impulse la cohesión de sus gentes" y no se vea la "diversidad de lenguas que posee" como una "amenaza" sino como "una riqueza".
Asimismo, han destacado que "el hecho de ser reducido el número actual de personas que conocen el euskera no es legitimación para conculcar sus derechos".
Por eso, la iniciativa Hordago ha reivindicado que el castellano y el euskera "sean consideradas y tratadas a la par" y ha manifestado que el euskera "es parte consustancial de la identidad navarra, parte de su ser y de sus gentes, y no es posible entender lo uno sin lo otro".
