Varado en mitad de las Bardenas Reales de Navarra encontramos un pesquero merlucero que parece sacado de contexto. Le alejan más de 160 kilómetros del mar y oteado desde la carretera que une Carcastillo con Figarol, sorprende por lo extraño de su ubicación a los visitantes.
El barco tiene más de 40 años y mide 16 metros de eslora. Pintado de azul y rojo, lleva desde 2005 atracado en el jardín del hostal Dos Haches, en Figarol. La historia de cómo llegó hasta allí es, cuanto menos, peculiar.
El propietario del hostal se había encaprichado con tener un barco para disfrutarlo en verano con su mujer e hijas. No en vano, había construido él mismo una balsa muy cerca del hostal.
Da la casualidad de que, al mismo tiempo, dos hermanos de San Sebastián querían deshacerse del pesquero. Y se lo comentaron al socio del empresario navarro.
"No se hable más", debió de pensar este último al enterarse. No tardó en comenzar las gestiones para traer la embarcación a tierras navarras. El Barco Beatriz Jaime, construido en Fuenterrabía, salió del puerto de San Sebastián el 19 de octubre de 2005.
Para izarlo, hicieron falta dos grúas, puesto que la embarcación pesa 32 toneladas. Y el trayecto hasta Navarra fue una odisea en la que llamaban la atención de lo vecinos de los pueblos que atravesaba la comitiva.
Al llegar a Figarol, una mala noticia. Los técnicos advirtieron a los dueños del hostal Dos Haches de que veían muy complicado llevarlo hasta la balsa. De esta forma, decidieron dejarlo en el jardín que da la bienvenida al establecimiento.
Se trata de una decisión que con el tiempo se vio que había sido acertada. Tanto que el barco se ha convertido en emblema de este pueblo. Y muchos turistas se acercan hasta el hostal sólo para ver de cerca este barco varado en mitad del desierto navarro.
EL PUEBLO
Figarol, el pueblo en el que se encuentra varado el extraño barco pesquero, tiene en la actualidad menos de 300 habitantes. Se trata de una localidad con apenas 61 años de historia.
De hecho, es uno de los muchos pueblos que se fundaron en los años 60 en torno al Canal de Bardenas. Y esta asentado en una antigua finca donada al Monasterio de la Oliva.
QUÉ VISITAR
Esta localidad navarra, ubicada a 79 kilómetros de Pamplona, está rodeada de lugares ideales para disfrutar del paísaje y el entorno rural de esta zona.
En primer lugar, es una de las puertas de entrada a las Bardenas Reales de Navarra. En ellas el visitante podrá disfrutar de un paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas. Además, han sido declaradas Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Están a sólo 20 kilómetros, al sur, del pueblo. Todo esto hace que su visita sea casi obligada.
Todavía más cerca, a sólo 1,5 kilómetros, está el parque natural la Laguna de los Dos Reinos. Durante mucho tiempo pertenció a Navarra y Aragón, de ahí el nombre. No obstante, en la actualidad todo el territorio es de la Comunidad foral.
Se trata de un espacio reservado para las aves migratorias. Y es ideal para dar un paseo y disfrutar de la naturaleza en familia.
Tampoco está lejos de una de las joyas de la corona del turismo en Navarra, el Castillo de Javier. Esta fortaleza medieval se encuentra a 43 kilómetros del pueblo de Figarol.
COMIDA Y ALOJAMIENTO
Si estás pensando en visitar el pueblo de Figarol, una buena opción es comer y alojarse en la misma localidad.
Como se ha mencionado al inicio del artículo, en el mismo lugar en el que se encuentra el barco pesquero, se puede reservar una habitación para pasar la noche. El hostal Dos Haches cuenta, además, con un restaurante en el que se puede comer tanto si te alojas en él como si estás de paso.
Otra opción para alojarse en el pueblo es la Casa Rural Bardenas Park. Y el pueblo cuenta con otro establecimiento en el que se puede comer: el Bar Casino Figarol.
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