SOCIEDAD
¿Puedo lavar un plumífero en la lavadora? Estos son los consejos de los expertos
Uno de los errores más comunes es usar suavizante, ya que altera la estructura del plumón y reduce su aislamiento.

¿Se te ha ensuciado el plumífero y no sabes cómo lavarlo sin que pierda su forma y eficacia contra el frío? Aunque parecen prendas resistentes, un mal lavado puede afectar su capacidad aislante y hacer que el relleno se apelmace. Para evitarlo, es clave seguir algunos trucos que los expertos recomiendan.
Los abrigos acolchados de plumas pueden llevar relleno sintético o natural, y esta diferencia determina el tipo de cuidados que necesitan. El plumón, por ejemplo, es muy eficaz contra el frío, pero si se moja sin el tratamiento adecuado, pierde sus propiedades térmicas.
Uno de los errores más comunes es usar suavizante, ya que altera la estructura del plumón y reduce su aislamiento. En su lugar, se recomienda detergente específico para plumón. También conviene evitar lavadoras de carga superior con agitador, ya que este sistema puede dañar el relleno. Al sacarlo del agua, no se debe retorcer, sino sacudirlo suavemente para mantener su forma.
Si decides lavarlo en la lavadora, elige un programa delicado con agua a 30 °C y, si es posible, activa la función de aclarado extra. Es importante evitar el centrifugado, ya que puede apelmazar el relleno. Para el secado, lo mejor es dejarlo al aire libre o utilizar una secadora con ajustes para prendas delicadas.
Para quienes prefieren lavar a mano, el proceso consiste en dejar la prenda en remojo con detergente especial, aclararla sin retorcer y dejarla secar en una percha, agitándola de vez en cuando para que el relleno no se apelmace.
Si el plumífero pierde volumen tras el lavado, hay un truco eficaz: meterlo en la secadora a baja temperatura junto con pelotas de tenis o bolas de secado. Esto ayuda a distribuir el relleno de manera uniforme y mantiene su estructura acolchada.
Con estos consejos, es posible mantener el plumífero limpio y en perfecto estado, sin comprometer su capacidad térmica ni su durabilidad.