La Agrupación de Policía Foral ha vuelto a pedir al Gobierno de Navarra, y al consejero de Interior en particular, Javier Remírez, que dé uso a las pistolas Táser que el Ejecutivo compró para el cuerpo policial y que esperan almacenadas en las dependencias policiales a la autorización política para su utilización.
El sindicato de la Poicía Foral ha puesto de manifiesto cómo "todos los cuerpos policiales que operan en Navarra han constatado un aumento de los incidentes relacionados con las armas blancas y objetos peligrosos en su trabajo diario. Solamente en Policía Foral se iniciaron 242 expedientes administrativos en base al Reglamento de Armas durante el 2022".
En este sentido, denuncian que "frente a esta violencia que aumenta tanto en cantidad como en intensidad, la pistola táser se muestra como una herramienta proporcional, congruente y oportuna para causar el menor daño posible al agresor, al tiempo que salvaguardar la integridad del policía. La mejor prueba de esta idoneidad es que ya forma parte de la dotación de algunas unidades de Policía Nacional, de los Mossos d’ Esquadra y de un buen número de policías municipales de España, entre ellas las de Pamplona, Peralta, Funes, Falces, Azagra, San Adrián, Cintruénigo o Valtierra".
Así, el sindicato denuncia que "nuestros responsables políticos siguen mirando para otro lado, y desoyen las llamadas en las que alertamos sobre la necesaria seguridad con la que los policías forales debemos afrontar nuestro trabajo".
"Ya en septiembre de 2022, y en enero de este 2023, APF denunciaba un hecho absolutamente incomprensible: la falta de uso de las pistolas táser que la Policía Foral tiene adquiridas desde hace más de dos años. Queriendo justificar esta inacción, nuestros responsables argumentan la necesidad de modificar la orden foral que recoge el uso de las armas que utiliza la Policía Foral. Pero esta es una excusa que suena a chiste, pues aparte de que tal modificación sería un asunto a ventilar sin mayor esfuerzo, el amparo legal lo proporciona el Reglamento de Armas para uso policial, una norma de rango superior en la que se apoyan las policías que ya utilizan la táser", denuncian.
De esta forma, señalan que "las pistolas táser no pueden estar en un cajón. Tienen que estar servicio de los compañeros que pueden verse en situaciones complicadas y peligrosas. Lejos de nuestra intención querer ser agoreros, pero puede estar cerca el día en que todos nos lamentemos por las consecuencias de algún incidente que se podría haber solucionado con el uso de las pistolas táser. Ahora bien: todos tendremos claro quien será el responsable".
