SOCIEDAD
La ruta para hacer en familia por uno de los bosques con más encanto de Navarra y que lleva a una cascada mágica
La ruta es muy sencilla y puede realizarse con niños. Incluso, hay un tramo adaptado para silletas.

La Selva de Irati, uno de los mayores y mejor conservados hayedos de Europa, esconde joyas naturales que merece la pena recorrer a pie. Una de ellas es la cascada El Cubo, accesible mediante una ruta circular de unos 10 kilómetros que parte desde las Casas de Irati.
El sendero, conocido como Errekaidorra, atraviesa paisajes espectaculares y permite conocer la riqueza natural e histórica de este bosque único que se extiende por más de 20.000 hectáreas, entre los valles de Aezkoa y Salazar en Navarra y los de Cize y Soule en el lado francés.
El punto de partida está en el aparcamiento de las Casas de Irati, a unos 24 kilómetros del precioso pueblo pirenaico de Ochagavía, por la carretera NA-2012 que cruza el collado de Tapla. Allí encontrarás un centro de información para visitantes y paneles explicativos sobre las rutas disponibles.
El acceso a la cascada es sencillo. Desde el aparcamiento, parte una pista cómoda y señalizada que sube paralela al río Urbeltza. Está adaptada y pueden circular sin problema carritos de bebé. En apenas 20 minutos, una pequeña bajada permite alcanzar el cauce donde se encuentra la cascada: un rincón con forma escalonada rodeado de vegetación exuberante. La mejor época para verla en todo su esplendor es la primavera, cuando el caudal rebosa vida, aunque cualquier momento del año ofrece una estampa idílica.
Quienes quieran continuar el recorrido, pueden seguir la ruta Errekaidorra, bien señalizada y de dificultad entre fácil y moderada. En total, el camino tiene 10,6 km, con un desnivel de 390 metros, y se completa en unas 2 horas y 45 minutos. A lo largo del recorrido, hay seis paradas interpretativas que explican el uso histórico de los recursos forestales de Irati:
Los remos: muestra cómo se utilizaba la madera de abeto para fabricar grandes remos para galeras hace más de 400 años.
Los mástiles: un kilómetro y medio más adelante, se explica cómo se elaboraban los mástiles para astilleros durante los siglos XVII y XVIII.
Las esclusas: se visita una antigua esclusa usada para trasladar troncos por el río, una técnica tradicional similar a la que aún se celebra en el Día de la Almadía en Burgui.
La carbonera y las cenizas: ya en terreno francés, se descubre una antigua carbonera utilizada para producir carbón vegetal con usos industriales.
Los cables: se observa la estructura que permitía transportar la madera a Francia mediante cables de acero.
Las vías férreas: el tramo final recorre un antiguo trazado ferroviario por el que las mulas arrastraban los troncos.
El itinerario atraviesa hayedos, abetales y robledales, y está lleno de puntos de interés tanto natural como cultural.
El entorno de Irati no solo destaca por su vegetación. El bosque acoge una fauna muy variada, entre la que sobresalen los ciervos, cuya berrea en otoño es todo un espectáculo natural. También habitan corzos, jabalíes, zorros, gatos monteses, martas o tritones, además del desmán de los Pirineos en los cursos fluviales. En el cielo, se puede observar el escaso y protegido pico dorsiblanco, una especie de pájaro carpintero que solo vive en bosques muy antiguos y que tiene aquí una de sus principales áreas de cría.
Si te animas a alargar tu visita, hay varios lugares que no puedes perderte:
Ochagavía: considerado uno de los pueblos más bonitos de Navarra, con su arquitectura pirenaica, calles empedradas, puente medieval y la iglesia de San Juan Evangelista.
Santuario de Nuestra Señora de Muskilda: ermita románica del siglo XII situada a más de 1.000 metros de altitud, donde cada 8 de septiembre se celebra una romería con danzas tradicionales.
Tras la caminata, nada mejor que disfrutar de la gastronomía local en los restaurantes del entorno de Ochagavía. Es recomendable reservar mesa con antelación, especialmente en temporada alta. Puedes encontrar más información sobre restaurantes recomendados en la zona en este enlace.
Si planeas una escapada más larga, la zona ofrece múltiples alojamientos: casas rurales, hoteles con encanto, campings, iglús y alojamientos sostenibles para todos los gustos. En este enlace tienes informcación sobre un peculiar alojamiento con mucho encanto.