La fundación pide un “esfuerzo solidario” para mantener la ayuda alimentaria que llega cada año a más de 22.000 personas en Navarra.
La Fundación Banco de Alimentos de Navarra ha lanzado un llamamiento a la ciudadanía para participar en la Gran Recogida 2025, que tendrá lugar los días 7 y 8 de noviembre en diferentes supermercados de la Comunidad Foral.
La entidad necesita más de 300 voluntarios para poder atender todos los puntos de recogida y mantener el apoyo alimentario a más de 22.000 personas en situación vulnerable.
Durante esos dos días, los voluntarios se encargarán de informar y animar a la clientela a participar en esta campaña, considerada la acción solidaria más importante del año. Su objetivo es claro: garantizar que ninguna familia en Navarra se quede sin alimentos básicos.
La presidenta de la Fundación, Marisol Villar, ha destacado la importancia de la implicación ciudadana: “Pedimos un pequeño esfuerzo solidario a toda la sociedad navarra. La Gran Recogida es la acción más relevante en la lucha contra el hambre y la vulnerabilidad”.
Villar ha recordado que gracias a las donaciones y al trabajo del voluntariado se recaudan productos que “se transforman en ayuda directa a decenas de familias”.
Además, ha subrayado que “cada persona cuenta. Su tiempo y su compromiso son el corazón de esta campaña”, animando a quienes puedan colaborar a inscribirse como voluntarios en el establecimiento y horario que mejor se adapten a su disponibilidad.
La participación ciudadana no se limita a donar alimentos. Los clientes podrán también realizar donaciones económicas en caja al pasar por su supermercado.
Igualmente, hasta el 31 de diciembre se podrán efectuar aportaciones por transferencia bancaria, a través de la web www.bancoalimentosnavarra.org, mediante donación digital o BIZUM al 00262.
Desde la Fundación recuerdan que la Gran Recogida es una iniciativa coordinada por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), pero con un marcado carácter local y comunitario en Navarra.
“Cada lata, cada paquete de pasta o litro de leche cuenta. Pero también cada sonrisa y cada persona que dedica unas horas de su tiempo. Es un gesto sencillo que alimenta esperanza”, ha concluido Villar.
