SOCIEDAD
Los vecinos de Murieta cumplen la tradición un año más quemando el "mayo" en el frontón del pueblo
El muñeco de paja, culpable de los males de la localidad, ha permanecido un mes colgado en lo alto de un chopo.
El muñeco de paja, culpable de los males de la localidad, ha permanecido un mes colgado en lo alto de un chopo.
Los vecinos y amigos de Murieta han cumplido la tradición un año más y han quemado el "mayo", después de castigarle durante un mes colgado en lo alto de un chopo en el frontón de la localidad de Tierra Estella.
El "mayo", un muñeco relleno de paja, ha sido tirado al suelo y quemado para regocijo de los vecinos de Murieta, mayores y chavales, que esperan haber despejado su pueblo de los malos farios y de las desgracias como tormentas, granizos y sequías.
La juventud del pueblo le ponía un nombre al "mayo", como José María García, Felipe González, el padre Apeles o algún personaje público que se hubiera significado negativamente, pero desde 2001 el Ayuntamiento del pueblo decidió no ponerle ninguno.
Con este motivo se ha organizado una gran fiesta en el pueblo, que comenzó este sábado con actividades musicales y gastronómicas. Este domingo, tuvo lugar una carrera ciclista para cadetes a las 11 horas. Tras la entrega de premios a los corredores llegó el plato fuerte.
A las 13 horas el alguacil de Murieta, Iñaki Abáigar, se ha subido a una larga escalera para quitar la chapa metálica que asegura el chopo colocado verticalmente en el frontón. Poco después, una cuerda lo empuja al suelo donde ha caído con gran estrépito, una vez despejado el frontón de público y colocado éste a una distancia prudencial para evitar accidentes.
Tras la caída del chopo, el mismo alguacil se encarga de colocar el "mayo" sobre una chapa metálica, lo rocía con gasolina y le prende fuego.
En ese instante ha llegado el momento del aperitivo popular con cortezas, aceitunas, frutos secos, vino y mosto que ha sido degustado con rapidez por cientos de personas, y amenizado por los "Txamukos" con sus canciones mexicanas.