Ha sido como en las películas. El conductor de una furgoneta que transitaba este sábado por la Avenida de Navarra de Pamplona, en el tramo entre la calle Íñigo Arista y Abejeras, sentido avenida de Zaragoza, vive para contarlo, pero perfectamente podríamos estar hablando de otra cosa, a tenor de lo sucedido.
A la llegada a la rotonda que habilita el desvío hacia el barrio de Azpilagaña, el conductor, un joven de 37 años y único ocupante del vehículo, ha perdido el control y ha terminado volando literalmente por encima de la valla de protección de la rotonda. Bajo sus ruedas había un terraplén de unos diez metros y una inclinación de más del 30 por ciento de pendiente.
Tras la caída, la furgoneta ha encajado el morro en el interior del paso subterráneo peatonal que conecta Azpilagaña y el campus de la Universidad de Navarra, manteniendo las ruedas pasadas aún en el terraplén.
Hasta el lugar del suceso se ha desplazado agentes de la Policía Municipal de Pamplona, que han regulado el tráfico en la zona, unidades de bomberos del parque de Cordovilla, así como equipos sanitarios que se han encargado de la atención del conductor que, a pesar del susto tremendo, no ha sufrido daños graves. Por precaución ha sido trasladado al Hospital Universitario de Navarra en ambulancia con dolor cervical de carácter leve.
Por otro lado, también este sábado una mujer de 63 años ha sido rescatada con una posible fractura de tobillo en Narbarte, Bertizarana. Según explica el Gobierno de Navarra no ha sido necesario movilizar al helicóptero, ya que los bomberos han encontrado a la herida, a quien han trasladado en primer lugar al centro de salud y posteriormente al Hospital Universitario de Navarra.
