Hasta el hospital de Estella condujo la ambulancia este miércoles a un hombre de 52 años que circulaba por la autopista de Navarra y que, al parecer, se desorientó de tal forma que lo hizo en dirección contraria antes de llevarse por delante una de las barreras del peaje de la A-68, el que corresponde a Castejón. Después de esto, manifestó no acordarse de lo ocurrido.
Se trata de un vecino de Estella que sufrió un bajón de azúcar y quedó en estado "grave" tras unos hechos que atendió, junto a sanitarios, la Guardia Civil de Navarra. Se trata de un suceso poco habitual en las carreteras forales.
Eran las 18.40 horas de este miércoles cuando el cuerpo de la Guardia Civil recibió una llamada de los propios encargados de la autopista. Se informaba de cómo un Nissan Navara estaba retenido y girado a la altura de la barrera del peaje. En este sentido, indicaron que en lugar de que el coche hubiese llegado hasta el cajetín de pago por la dirección que debía, lo había hecho por la contraria y después de conducir unos kilómetros en fallida dirección.
Mientras una patrulla del cuerpo policial se trasladaba hasta el lugar de los hechos, la persona encargada de la empresa de autopista advirtió de que el hombre "se había portado correctamente en todo momento", aunque parecía estar "falto de orientación".
Al llegar los agentes al lugar de los hechos, comprobaron que el señor, muy alterado y nervioso, no lleva identificación personal de ningún tipo. "Dice no recordar nada", apunta la Guardia Civil en el parte que emite sobre estos hechos.
LATAS DE CERVEZA VACÍAS EN EL COCHE
A pesar de que había varías latas de cerveza vacías en el interior del vehículo, la prueba de alcoholemia practicada a este conductor de Estella arrojó un resultado de 0,0. Asimismo, fue su mujer la que informó a la patrulla por vía telefónica que su marido es una persona diabética, "que hace años le dio un ictus y que toma medicación".
Una ambulancia trasladada hasta el lugar llevó al hombre al hospital de Estella ante una bajada de azúcar y tras advertir "gravedad en una primera exploración".
Por su parte, los agentes pusieron a buen resguardo el coche de empresa que conducía el estellés. El coche presenta daños debido al choque con la barrera. Algunos se han visto en el espejo delantero, en la carrocería con rayas de lado a lado y con golpes en el capó, donde quedó impreso el color rojo de las vallas.