En las últimas 48 horas, el caso de la desaparición de Jennifer González Pinilla, una chica de 18 años que vive en Pamplona e iba a viajar a Badajoz en tren sin nunca llegar a la estación, ha generado un enorme revuelvo en Alconchel, su pueblo natal en Extremadura, que se ha extendido rápidamente por todo el país.
La noticia saltó el pasado martes 21 de agosto cuando sus hermano Juan Luis González la esperaba a las 21.38 horas de la noche en la estación de tren de Badajoz. El viaje debía comenzar en Pamplona, donde la joven llevaba varios años viviendo bajo la tutela de una tía carnal. Sin embargo, Jennifer nunca llegó a bajar de aquel ferrocarril por lo que rápidamente sus familiares se pusieron en contacto con la Guardia Civil.
Al parecer, la joven tenía teléfono, pero no tarjeta, se comunicaba con sus hermanos a través de Instagram y su última conversación había tenido lugar el lunes por la mañana, un día antes del mencionado viaje.
Tras un tiempo en Pamplona, la chica acababa de cumplir 18 años hacía dos meses y había decidido abandonar la vivienda de su tía Josefa para irse a vivir con su pareja. Sin embargo, recientemente Jennifer abandonó también este domicilio tras acabar la relación y se había marchado a casa de otro amigo, desde donde se puso en contacto con sus hermanos para que le compraran un billete de tren para trasladarse a Extremadura.
Un trayecto que comenzaba el martes a las 11.25 horas en la estación de tren de San Jorge en Pamplona pero el que nunca Jennifer llegó a inciar.
Y es que, dos días después de hallarse en paradero desconocido y con la Guardia Civil tratando de dar con su ubicación, la chica de 18 años ha aparecido sana y salva en Pamplona.
El mediodía de este jueves 23 de agosto, el diario Hoy ha informado que la joven nunca llegó a salir de Pamplona porque "se puso enferma con altas fiebre y no disponía de teléfono para comunicarlo". Añaden además, que el exnovio fue clave para resolver la "desaparición", ya que vio la fotografía en los medios y rápidamente se puso en contacto con Jennifer para advertírselo, al saber que todavía estaba en el domicilio del amigo que la acogió en los últimos días.
