La joven navarra de 17 años que el pasado 3 de marzo abandonó bajo un coche aparcado en Arrasate (Gipúzcoa) al recién nacido que acababa de alumbrar, que posteriormente fue hallado muerto, ha sido declarada culpable de un delito de homicidio imprudente por el Juzgado de Menores de San Sebastián.
Según han informado a EFE fuentes del caso, la titular de este juzgado ha impuesto a la acusada, que ya es mayor de edad, una medida de cuatro años de internamiento en régimen de semilibertad en "un centro educativo", "siendo los últimos seis meses en régimen de libertad vigilada".
Estas fuentes han explicado que, en su sentencia, que no es firme y puede ser recurrida, la jueza no ha apreciado ninguna circunstancia que pudiera modificar la responsabilidad penal de la chica.
Al considerar la muerte del bebé como un delito de homicidio imprudente, la resolución judicial acoge la petición subsidiaria que tanto la Fiscalía de Menores como la defensa realizaron durante el juicio, si bien, como solicitud principal, el Ministerio Público había demandado que fuera condenada a cinco años de internamiento en régimen cerrado y a otros dos de libertad vigilada por un delito de asesinato.
La defensa, por su parte, demandó como primera solicitud la libre absolución de su clienta.
Los hechos, que fueron enjuiciados a lo largo de tres sesiones repartidas entre los meses de julio y agosto, todas ellas celebradas a puerta cerrada, se remontan al pasado 4 de marzo, cuando la menor fue arrestada por la Ertzaintza mientras se encontraba ingresada en el Hospital del Alto Deba de Arrasate donde acudió para ser atendida de la hemorragia que sufría tras haber dado a luz a la niña
Pocas horas antes, un vecino había descubierto restos de sangre bajo un coche de la calle Galicia de esa localidad y, al mirar bajo el vehículo, encontró el cadáver del bebé, al parecer una niña. Un médico desplazado al lugar certificó la muerte del bebé, cuyo cadáver, que tenía restos de la placenta.
La Ertzaintza mantuvo bajo custodia a la chica durante varios días, hasta que pudo determinar que se trataba de la madre biológica del bebé fallecido, tras lo que la Fiscalía ordenó su internamiento en un centro de menores.
En la primera sesión del juicio, que tuvo lugar el pasado 8 de julio, declaró la acusada, que ya es mayor de edad, varios ertzainas que participaron en la investigación, familiares de la menor, amigos y su novio, además del vecino que halló el bebé bajo el coche.
La segunda jornada se celebró el 11 de julio. La vista oral concluyó el pasado 26 de agosto con la declaración de la forense que practicó la autopsia al bebé, tras lo que las partes emitieron sus conclusiones definitivas, presentaron sus informes a la sala y el caso quedó visto para sentencia.
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