Un masajista que tenía su consulta en Pamplona ha ingresado en prisión por varios delitos de agresión sexual tras la denuncia de tres clientas ocurridas en los últimos meses.
Según fuentes consultadas, el hombre atendía a los pacientes en un centro del barrio de San Juan y las tres denunciantes han presentado su denuncia tras una conversación "casual" entre ellas en la que comentaron "lo incómodas que habían estado en las sesiones" con el quiromasajista, de origen cubano.
El Juzgado de Instrucción nº 3 de Pamplona, que lleva el caso, ha determinado la prisión provisional comunicada y sin fianza de este masajista tras conocer las declaraciones de las mujeres y considerar "la gravedad de los delitos" y ante la existencia de riesgo de fuga del denunciado.
Según se recoge en el auto al que ha tenido acceso este periódico, la tardanza que ha existido en la presentación de las denuncias "resulta en este momento absolutamente explicable a la vista de los datos que se relatan y teniendo en cuenta la incomodidad y desasosiego que generó en las denunciantes, las cuales optaron por tratar de olvidar lo que había ocurrido habida cuenta de que eran sus pacientes y se presuponía que era un profesional que debía tratarlas".
El mismo auto de la juez mantiene que es "muy destacable que todas ellas coinciden en esencia en los comportamientos que el masajista mantenía, consistentes en tocamientos más allá del mero masaje, frotarse y restregarse contra sus cuerpos su pene erecto, siendo esto perfectamente percibido por las perjudicadas, jadeos y movimientos simulando estar manteniendo una penetración sexual".
Una de las denunciantes ha relatado que acudió a la consulta en julio de 2023 por una urgencia y que, a pesar de que fue con poca ropa (un top y un pantalón corto), el hombre le soltó el top y le pidió que se quitara el pantalón. La mujer notó el pene endurecido del masajista porque lo frotó contra su cuerpo y le masajeó la zona de la vagina, a pesar de que había ido por un dolor en el cuello. "Señala que llegó a notar que se había sacado el pene del pantalón, que continuaba frotándose con él contra su pierna y le oía la respiración fuerte; que le hizo cambiar varias veces de posición, sintiéndose la denunciante muy incómoda y llegando a notar el pene directamente contra el culo y las piernas, siendo constantes los tocamientos que le realizaba con el propio pene contra su vagina".
Otra de las denunciantes ha indicado que acudió a consulta varias veces y lo consideraba muy buen profesional hasta que, en una sesión de octubre del año pasado, le hizo quitarse el sujetador y, al comenzar a masajearla, ella notó que tenía el pene erecto y lo encajaba en medio de las nalgas, repitiendo esta operación con una pierna sobre la camilla y otra en el suelo, golpeando su zona vaginal con el pene, al tiempo que notaba cómo sudaba, llegando en un momento dado a pasarle la lengua por la zona vaginal, metiéndola y sacándola varias veces. Ella también notó que el masajista se había sacado el pene del pantalón, escuchando la goma al volver a meterlo y describiendo los movimientos que realizaba restregando su pene contra el cuerpo como si se estuviera masturbando con él.
Por último, la tercera denunciante ha asegurado que los hechos ocurrieron en febrero de 2024 y que, en un momento dado del masaje, notó cómo estaba presionando sus genitales contra los de ella, frotándose de manera insistente y notando sin duda el pene erecto; que, a pesar de que ella intentó retirarle, él continuó realizando los mismos movimientos contra su vagina.
