Casi un mes después de su emisión y gracias a las redes sociales que difundieron este pasado fin de semana un resumen de diez minutos, nos hemos enterado que en el canal de la Televisión Vasca (ETB-1) que emite íntegramente en euskera, se pudo ver el pasado 8 de febrero un video en el que se ridiculizaba e insultaba a España, a los españoles, a la bandera nacional y al himno.
La definición que el diccionario ideológico de la lengua española de la Real Academia otorga al término aquelarre: "conciliábulo de hechiceras", sirve para describir bastante bien lo que ha sucedido en la mañana del lunes 6 de febrero con motivo de la declaración ante los tribunales de justicia del ex-Presidente de la Generalitat, Artur Mas, y otros dos miembros de su Gobierno, Joana Ortega e Irene Rigau, por la convocatoria ilegal por parte de la Generalitat del referéndum que se llevó a cabo el 9 de noviembre de 2014.
Junto al vasco Iñigo Urkullu fue el gran vencedor en la noche electoral del pasado domingo. Su tercera mayoría absoluta consecutiva en Galicia le catapulta a ser el relevo natural de su paisano Mariano Rajoy, cuando este tenga a bien, o las circunstancias le obliguen, dar un paso atrás y dejar la presidencia del PP, cosa que de momento no parece probable.
Fracasada la investidura de Rajoy, parece evidente que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, va a intentar conformar en las próximas semanas una mayoría parlamentaria liderada por él con lo que viene llamando las "fuerzas del cambio", donde supuestamente caben todos los partidos menos el PP.
Más allá del ritual de toda noche electoral, que volveremos a vivir el próximo domingo, en la que los líderes de los diferentes partidos políticos salen a decir que han ganado las elecciones y que por lo tanto nadie las ha perdido, lo importante será analizar, a la luz de los resultados, las posibilidades reales que habrá para formar gobierno.
Si este martes, cuando el Rey Felipe VI finalice su tercera ronda de consultas con los líderes políticos, se confirma que ningún candidato reúne los apoyos necesarios para ser investido Presidente del Gobierno, y por tanto hay que ir a unas nuevas elecciones el domingo 26 de junio, estaremos ante un fracaso sin paliativos de los líderes de los principales partidos. Un fracaso motivado por la incapacidad de esos líderes para ponerse de acuerdo durante los tres meses largos que han tenido desde el pasado 20 de diciembre.
El periodo vacacional de la Semana Santa que ha comenzado este pasado fin de semana y que se prolongará hasta el próximo lunes de Pascua afectará no solamente a los ciudadanos que puedan disfrutar de estos días repartidos entre los pasos procesionales y el mar o la montaña, sino también a los dirigentes políticos en sus negociaciones para formar un nuevo gobierno.
La aprobación este lunes por parte del Parlamento de Cataluña de una resolución en la que se declara solemnemente en su primer punto "el inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de República" no deja de ser, aparte de otras consideraciones de tipo político o jurídico, un día triste para muchos españoles, que ven como transcurridos treinta y siete años desde la aprobación de la Constitución, una parte del territorio nacional quiere separarse del resto de España.