Ramón Alzórriz, defensor a ultranza de Santos Cerdán durante meses, ha vuelto a insistir en la presunción de inocencia y ha criticado que se sigan haciendo insinuaciones sin pruebas.
En caso de no haber presentado la baja por sí mismo, estaba previsto que la Ejecutiva federal abordara la posibilidad de abrirle un expediente sancionador.