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CENTENARIO OSASUNA

La emocionante historia de los “guardianes” de El Sadar: todos los conserjes del estadio

Vicente Cuartero, Luciano Ozcoidi, Javier Primo y Juan Carlos Sanz, se han dedicado 'en cuerpo y alma' a su trabajo.

Javier Primo quitando la nieve de El Sadar con un rastrillo en febrero de 2009. Navarra.com
Javier Primo quitando la nieve de El Sadar con un rastrillo en febrero de 2009. Navarra.com

Aprovechamos el parón liguero de este fin de semana de los días 9 y 10 de octubre para recordar una bonita historia, la de las personas más destacadas que han cuidado el campo de Osasuna. Mientras tanto, el equipo de Jagoba Arrasate disfruta del quinto puesto en la tabla después de la victoria sobre el Rayo Vallecano (1-0) con gol de Manu Sánchez en el minuto 91.

Hay tres personas que forman parte de la “otra” historia de Osasuna, los conserjes del estadio: empleados del club que se han dedicado en cuerpo y alma a dejar el terreno de juego y todas las estancias del mismo en inmejorables condiciones para los partidos.

Se trata de Vicente Cuartero, que empezó en el viejo campo de San Juan. Luciano Ozcoidi que inauguró El Sadar, Javier Primo que se jubiló en 2019. A ellos hay que añadir ahora a Juan Carlos Sanz que ha tomado el relevo en un trabajo sin horarios, donde sabían cuando empezaban a trabajar pero casi nunca a que hora terminaban.

Vicente Cuartero abrió el camino. Cuartero fue el alma del viejo campo de San Juan. Allí desarrolló su trabajo durante décadas, con un amor encomiable hacia su club. Comenzaba la temporada 1953-54 y a Vicente Cuartero se le amontonaba el trabajo. Fue entonces cuando, a través de la mediación del vicepresidente de Osasuna, Joaquín Zulategui, Luciano comenzó a ayudar a Vicente Cuartero en las tareas propias de un utillero.

Juan Carlos Sanz quitando la nieve de El Sadar en diciembre de 2010. Navarra.com
Juan Carlos Sanz quitando la nieve de El Sadar en diciembre de 2010. Navarra.com

El 1 de septiembre de 1964, tras la jubilación de Vicente Cuartero, le sustituía en el cargo Luciano. Si Vicente fue el conserje del campo del San Juan, Luciano fue el de El Sadar. Allí desarrolló su labor desde la inauguración en 1967. Yjun to a él, también le ayudó en el lavado de las camisetas su esposa, Margarita Beire. Curiosamente, Margarita sustituyó en este cometido a la mujer dé Vicente.

En septiembre de 1972, Francisco Javier Primo comenzaba a ayudar a Ozcoidi, y en 1977 fue José Ramón Ozcoidi quien formó la tripleta de trabajadores del material rojillo. Con la jubilación de Luciano Ozcoidi, en 1987, comenzó en estas tareas Jesús Ozcoidi, hermano de José Ramón.

Luciano siempre se distinguió por la capacidad de trabajo y por su sencillez en el trato. Un hombre que vivió todas las etapas de Osasuna, la de los triunfos y la de los sufrimientos en los campos de 3,a División. En sus últimas declaraciones señalaba. “Mi mayor alegría fue cuando Osasuna ascendió a Primera División con Alzate. Entonces se jugaba mucho a fútbol”. Siguió incansablemente durante años al equipo rojillo en todos sus desplazamientos. Sin embargo, unos meses antes de su jubilación dejó de viajar por su enfermedad.

El 27 de septiembre de 1987, Fermín Ezcurra, presidente de Osasuna, le imponía la insignia de oro y brillantes del club. Trabajó durante 33 años en el club y falleció el 11 de febrero de 1990 con 67 años de edad.

Javier Primo tomó el relevo. Desde Fernández Mora, el primero. Barrios le pedía la hierba siempre corta; Pachín le llamaba “Jardinero, venga aquí” para decirle que regara o darle la consigna de hierba alta o baja; Lotina, que era capaz de acortar el campo si la situación lo aconsejaba, también se preocupaba mucho. Al Madrid le esperó con hierba alta y bien regada. “Esto déjamelo a mí”, le respondió Javier.

Recuerda con terror los conciertos de Elton John y sobre todo de Bon Jovi, con grúas de 50 toneladas sobre el césped, la hierba quemada, los tepes levantados. Una pesadilla que tuvo que solucionar, como la nieve cuando se aplazaban los partidos en El Sadar.

Recuerda que durante 15 años obtuvo primas igual que los jugadores. En la temporada 1973-74 Osasuna jugaba un partido complicado contra el Sevilla en el que si vencía a los andaluces el club tenía prima por parte del Salamanca y del Sabadell. Al final los rojillos ganaron y le tocó un tanto por ciento con el que se compró su primer coche, un Simca 1.000.

Se jubiló en el mes de enero de 2019. “He aguantado 42 años porque es mi trabajo y me gusta cumplir. Antes de un partido hay que estar al pie del cañón atendiendo a los equipos y después tienes que estar 3 ó 4 horas más para cuando se van los periodistas, los fotógrafos, las televisiones... No puedes dejar el campo solo. Para mí Osasuna ha sido meter horas con responsabilidad y sin un horario", asegura con orgullo.


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