Abdulrazak Alyusus, conocido como Abdul, es un hombre sirio de 43 años de edad que llegó a España en el año 2017. Desde Grecia, aterrizó en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, y directamente vino a la capital navarra.
Hace 2 años, el hombre sirio inauguró su local de repostería en Mendebaldea. En junio de 2024, se mudó al centro de Pamplona con su nuevo local de comida para llevar, transformado en un establecimiento de comida dulce y salada, que se abrió a mediados de diciembre.
"Invitaba a mis amigos españoles a cenar a casa, y a probar la comida de mi país, y les encantaba. Me decían que tenía que abrir un local en el que la vendiese. A una amiga, a la que considero familia, le gustó tanto que se encargó ella del aspecto económico", explica.
Se trata del restaurante halal Damasco, de comida siria y libanesa. Es un establecimiento que está muy cerca de otros que hemos visto en esta sección de comercio local, como la administración de Loterías San Fermín, o la golosa churrería Gardón.
El camino para Abdulrazak Alyusus no ha sido fácil, y por ello siempre ha colaborado en la ayuda a los refugiados sirios ofreciendo su comida. "Muchos refugiados venimos a trabajar duro para sacar a nuestra familia adelante. Yo he tenido mucha suerte, y la verdad es que que un refugiado llegue a tener un negocio así es un milagro", expresa orgulloso.
En su local, el dueño prepara todas las comidas de forma manual y casera, "como lo hacían los abuelos". El especial cariño que pone en cuidar cada detalle se nota al probar sus productos. "La cocina está abierta para todo el mundo. Cualquier persona que venga puede ver cómo preparamos las cosas sin ningún problema", afirma.
El éxito del restaurante halal de comida siria y libanesa casera es tal que en Google tiene una valoración de 5 estrellas. Todas las críticas han concedido esa puntuación, demostrando que en Pamplona está gustando mucho tanto la excelente comida como el trato recibido por parte de su dueño.
El plato principal en Damasco es el shawarma. Se trata de pan de pita relleno de ternera, pollo, lechuga, pepinillo y salsas caseras. En su aspecto, es muy similar a un kebab. Sin embargo, el empleo de diferentes especies y salsas de limón y naranja, así como la elaboración casera de todos sus productos, hace que su sabor sea muy diferente. Se puede pedir en un rollo, por 7€, y también en plato. Su precio es 10€.
"La gente entra a veces con dudas, y con ganas de que les recomiende. Suelo aconsejarles siempre este plato porque es muy fácil acertar y se que les va a encantar. Y a los días, mucha gente vuelve y repite", reconoce el dueño del local.
Además de este plato típico sirio, en el local también se puede disfrutar de sus excelentes aperitivos. Entre ellos, destaca el falafel (croquetas de garbanzos o habas que se sirven tradicionalmente con salsa de yogur o tahini, y también se puede en pan de pita). Al igual que sus ensaladas y la muhammara, una crema siria de pimientos y nueces.
Abdulrazak Alyusus realiza también asados de carne halal, desde cordero (que es necesario encargar), por 50€ el kilo, hasta pollos asados enteros, por 15€, y también diferentes pinchos de carne picada y pechugas de pollo. En Damasco solo vende carne halal, en la que es especialista. "No vendo nada de alcohol, porque no tengo experiencia. Trabajo solo con los productos en los que soy profesional", reconoce.
El restaurante Damasco, desde su local en Mendebaldea solo de repostería artesana, ha destacado siempre por sus exquisitos dulces. Los elaboran con pistachos y anacardos de su país, y no llevan azúcar. Apenas llevan un poco de edulcorante para otorgar un poco de dulzor, pero el sabor que más resalta es el de los frutos secos. De hecho, en los packs que venden, incluso las personas diabéticas pueden comerlos.
Tiene mucho éxito, por ejemplo, el baklava. Es un pastel elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas, distribuida en una masa filo y bañado en almíbar o jarabe de miel. Se trata de uno de los dulces más populares de la gastronomía árabe.
"Tenemos clientes fijos, que vienen a diario. Y en esta zona vienen muchos turistas. Cuando gente del mundo árabe encuentra nuestro local, es cómo si hubiesen visto un tesoro. En Pamplona apenas hay este tipo de comida", expresa Abdulrazak Alyusus.
El restaurante Damasco abre martes y miércoles de 11:30 a 15:30 horas al mediodía, y de 19:30 a 23:30 horas por la tarde y noche. Los jueves, viernes y sábados, el horario es el mismo pero cierra a la 1:30 de la madrugada. Los domingos, solo abre por la mañana en su horario habitual, y los lunes cierra por descanso semanal.
"Mi objetivo es hacer cambiar a la gente la mentalidad de esta comida. El mundo árabe no es solo Marruecos y Argelia, y su gastronomía. Nuestra comida es distinta. La gente tiene que probarla para conocer la diferencia entre la cocina marroquí, que también es espectacular, y la siria. Cada país tiene sus comidas, y todas son muy buenas cuando son caseras de verdad", asegura el dueño.
