Lady Merino es el nombre una nueva tienda que vende lana y complementos recreativos. Una mercería especializada que está situada en la calle Zapatería número 56 del casco viejo de Pamplona.
Está muy cerca de otros negocios que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra, como es el caso de la tienda de deporte Futbolmanías, o la cerería y confitería Donezar.
Lady Merino es un local especializado en lanas, tejidos y materiales para el punto. Está dirigido por la tafallesa Nerea Irigalba Ojer y la pamplonesa Izarne Lasarte Noáin. El nombre de la tienda lo eligieron "porque Merino es una calidad de lana especial que no tiene pelo y nos parecía bonito".
El motivo de la apertura, que ha tenido lugar hace apenas unas semanas el 3 de noviembre, es el siguiente: "Nos conocíamos de antes y también el sector. Estábamos las dos sin trabajo y nos pareció buena idea emprender. Conocemos el mundillo porque nos gusta tejer", señala Izarne.
"Nos asesoramos. Preguntamos en la cámara de comercio, en Iturrondo y nos explicaron. Con lo que teníamos del paro comenzamos", asegura Nerea. "Estamos contentas. Bien. La gente ya nos conoce y estamos en marcha". Disfrutan también de algunas subvenciones al ser mujeres menores de 45 años y emprendedoras.
En cuanto a lo que ofrecen al cliente, "vendemos lanas, algodones y utensilios como agujas, ganchillos y accesorios pata tejer. También libros y revistas sobre los mismos temas", indica Izarne.
Además, dan clases en la misma tienda: "Ahora hay cuatro grupos que en 2023 serán cinco. Un fin de semana al mes hay un taller temático para resolver un proyecto el sábado por la mañana. Se ha apuntado mucha gente", explica Nerea.
Los horarios de los talleres son de 10.30 a 12 horas por la mañana y de 5.30 a 19 horas por la tarde los lunes y jueves, que van a ampliar al miércoles.
El local es muy amplio por dentro: "Buscábamos un espacio para la tienda y otro especializado para los talleres. Las clientas están más cómodas. La mayoría nos dicen que el sitio les gusta mucho, que es muy agradable y que hacía falta en el barrio", concluye Izarne.
