La vida de Ascen Garralda Larumbe ha estado unida a las flores desde que era una adolescente. Con 17 años entró a trabajar en el negocio familiar y ahora, con 58, ha confesado que lo hace con la misma ilusión con la que empezó. “Estoy contenta. Tenemos, gracias a Dios, una clientela muy buena, muy fiel. La gente nos quiere, la verdad”, ha explicado con una sonrisa.
La tienda que dirige está muy cerca del monumento a la Campana que sorprende al visitante al llegar a esta localidad. Está junto al bar Juanito de toda la vida y también del bar Zubizarra que se traspasa por jubilación.
Ascen heredó el oficio de sus padres, Jesús Garralda Gorraiz y Julia Larumbe Imas, que regentaban primero una bodeguica en el casco viejo de Burlada. Después apostaron por abrir una tienda en una esquina del municipio que empezó siendo de ultramarinos. “Con los años se transformó en una floristería. Traían plantas desde el sur y las vendíamos porque aquí no había viveros ni nada”, ha recordado Ascen.
Su hermana Margarita, perito agrícola, se sumó en un primer momento, pero acabó tomando otro camino. Desde entonces, la responsabilidad del negocio ha recaído en Ascen, que ha asegurado entre risas: “Llevo aquí desde los 17 años y ahora tengo 58. Un porrón”.
La floristería Garralda, situada en la calle San Francisco 21 de Burlada, se ha convertido en un lugar de referencia en la localidad. Allí, junto a Ascen, trabajan Izan Goñi Esteban, de 26 años, que comenzó en el comercio como estudiante en prácticas, y Marta Fernández Rebolé, que también forma parte del equipo.
Con el paso de los años, Ascen ha comprobado cómo su tienda se ha llenado de historias de vida. “Lo bueno de la flor es que empieza desde que naces hasta que falleces. En todas las etapas, para bien o para mal, hay flores”, ha afirmado. Sin embargo, ha admitido que la continuidad familiar no está asegurada: “Somos un montón de hermanos y sobrinos, pero no han salido floristas. Confiamos en Izan”.
La familia Garralda ha estado vinculada también al deporte. Entre sus hermanos se encuentran el conocido exjugador internacional de balonmano Mateo Garralda, además de Ignacio, Alfredo —ya fallecido—, Margarita y Concepción.
El balance que hace Ascen es positivo, aunque reconoce el sacrificio de tantas horas de trabajo. “Lo único que cambiaría de mi trabajo son las muchísimas horas que hay que dedicar. Hay que preparar todo y que todo esté en su momento. Son muchas horas, pero me gusta mi trabajo y me gusta mi gente. Mi gente me quiere, yo quiero a mi gente y eso no tiene precio”, ha subrayado.
Cuando se jubile, ya tiene una lista de planes en mente. “Me gustaría saber cantar, que es una tontada, o hacer más deporte porque hago muy poco. Me gustaría viajar y hacer todo lo que ahora no puedo”, ha comentado con ilusión.
El futuro del negocio, según ha remarcado, está en manos de Izan Goñi, que se ha ganado la confianza de la clientela. “No nos vamos a ir de la tienda porque este se va a quedar aunque sea atado a un palo. Tiene a toda la clientela enamorada. Les enseña cómo tratarlas y cuidar las flores. Vienen aquí como de consultorio”, ha contado Ascen entre risas.
El propio Izan ha corroborado esas palabras. “Llevo trabajando desde los 18 años y ahora tengo 26. Empecé de forma casual porque estudié en el centro agroforestal un grado medio de floristería y me ofrecieron la oportunidad de hacer aquí prácticas cuando estaban las dos hermanas, Ascen y Margarita. Me acogieron muy bien. Nunca he trabajado de otra cosa y estoy muy contento. Vamos a decir que el relevo está asegurado y que vamos a mantener esto vivo”, ha relatado.
La pasión por el deporte también se respira en casa de Ascen. Su marido, Iñaki Labayen, ha sido directivo del Chantrea y en los últimos años ha cedido parte de sus funciones a su hija, que también es futbolera. Además, un sobrino, Íñigo Garralda, ha sido convocado con la selección española con apenas 15 años.
El aprecio de los vecinos y clientes queda reflejado en las reseñas que la floristería recibe en redes sociales. “¡Me ha encantado el ramo, muy bonito y colorido!. Se lo ha encargado mi familia desde Huelva y me lo ha traído a casa de sorpresa por mi cumpleaños. La mujer ha sido muy amable, gracias por alegrarme un poquito más el día por tu amabilidad y tu buen hacer”, ha escrito una clienta.
Otra ha dejado claro el vínculo con este comercio familiar: “En esos momentos difíciles te ponen facilidades y además te atienden genial. Son de 10. Empresa familiar a la que seguiré comprando y haciendo pedidos siempre que pueda. Gracias Ascen por todo”.
