El bar Juanito de Burlada es uno de esos lugares de toda la vida que han cambiado muy poco con el paso de los años. Mantiene el mismo mobiliario de madera de los años 70, con un trato muy familiar y unos almuerzos y comidas a la brasa espectaculares.
El bar Juanito está situado en la calle de San Francisco número 23 de Burlada. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la cuenda de Pamplona.
Como es el caso, por ejemplo, de la Bodega Eslava que ha cumplido 50 años con tres hermanos al frente, o el bar Mar que tiene mucho éxito con sus fiestas temáticas cada fin de semana.
Nuria Sánchez Niso de 55 años y su hijo Víctor Manuel de Sousa de 32 son las dos personas que están al frente del bar Juanito: "Somos de Burlada y cumpliremos once años en febrero trabajando en el bar, pero el bar lleva abierto casi sesenta años", asegura Víctor Manuel.
El bar sigue con el mismo nombre que cuando llegaron: "Se mantiene lo de Juanito porque es un bar que lo conoce todo el mundo en el pueblo. Si lleva tantos años es por algo. Lo cogimos cuando estaba cerrado y ahora va muy bien", señala.
El bar destaca por algo muy concreto: "Ahora mismo damos muchos almuerzos. Los de toda la vida y todos a la plancha, que la tenemos en la misma barra para que lo pueda ver todo el mundo, además de las cenas los fines de semana", indica Víctor Manuel.
No se dan menús del día "pero tenemos una carta muy interesante y todo es fresco del día". Dispone de siete mesas en el local para comer: "Ha habido días que hemos dado comida a casi sesenta personas", explica satisfecho.
En cuanto al funcionamiento del bar, Víctor Manuel asegura: "Estamos muy contentos. Todos los días se trabaja con los almuerzos. No hay queja. Viene gente trabajadora de toda la vida. Damos raciones bastante generosas y todo es comida casera cocinada por mi señora madre".
El secreto del éxito "es que hay que trabajar mucho. Es duro y hay que meter muchas horas. Desde las 8 de la mañana hasta que se cierra. Hay que preparar todo mucho antes de las 8 porque llega la gente para las 8,30 de la mañana a pedir cafés, pinchos y bocadillos".
Todos los pinchos son caseros, "como las croquetas de morcilla, jamón y chipirones, patatas bravas, de gamba, calamar, jamón y queso, pimiento, jalapeño y queso, además las rabas y los tigres que se hacen casi todos al momento", comenta Víctor Manuel.
En cuanto a la edad de los clientes "hay un poco de todo. La edad ronda de los 35 a los 60 años y el fin de semana es cuando más nos toca trabajar. Los sábados hacemos un torneo relámpago de mus desde las 4 de la tarde y toca trabajar muy duro. Las noches de los viernes y sábados esto está lleno y no se puede ni entrar", concluye Víctor Manuel.
