Iker Moreno y Eneko Méndez son dos amigos de 43 años que se dedican a la hostelería desde hace 20 años. En concreto, al mundo de la cerveza artesana. En el año 2010, decidieron abrir su propia cervecería tras poseer una tienda. El éxito de esta ha sido tal que años más tarde decidieron embarcarse en una nueva aventura en la cervecería Whānau Smoked & Craftbeer, que ha celebrado su segundo aniversario, junto a otros dos socios.
La primera que abrieron ambos amigos es la cervecería Manneken Beer, y está situada en la Calle de Íñigo Arista, número 9, en Iturrama. Es un establecimiento que está cerca de otros que hemos conocido en esta sección de comercio local, como la conocida tienda de pintura Decormat, que ha cumplido 60 años y busca un nuevo impulso, o el bar taberna Jeiki, que abre a las 6 de la mañana y todos los días se queda sin pinchos.
Los dos amigos, aficionados a la cerveza, decidieron que el barrio de Iturrama era la ubicación perfecta para su negocio. "Queríamos un lugar muy cerca del centro, y al que fuese fácil y cómodo acceder. Este barrio nos pareció muy buena opción", explica Iker Moreno.
El principal atractivo de Manneken Beer es su extensa gama de cervezas. Ofrecen cerveza de 20 grifos diferentes, con dos televisiones que explican cada uno de ellos. Además, poseen dos neveras con alrededor de 150 referencias de cervezas diferentes en latas de botella. Entre ellas, se pueden encontrar de todos los países, y también algunas elaboradas en Navarra. Como, por ejemplo, la cerveza producida por la empresa Naparbier, en Noáin.
"En el mundo de la cerveza artesanal, antes navegábamos solos. Cada vez hay más gente aficionada a él. Y los que no son aficionados, comienzan a entender que es un producto de altos costes, de ahí su precio un poco más elevado. Además, ahora fabrican cervezas más nobles de sabor. Antes eran más agresivas y de menor calidad, ahora han cambiado y han evolucionado mucho", explica Eneko Méndez.
"Además de la clientela fiel que hemos conseguido en los 14 años que llevamos aquí, vemos que viene gente nueva. Nosotros lo achacamos a que el mundo de la cerveza todavía no es conocido por todos, y cada vez se va conociendo más y más clientes se animan a venir", le sigue su amigo.
Además de su amplia variedad de cervezas, en Manneken Beer siempre han apostado por acompañarlas de comida riquísima. El local dispone de diversas opciones de picoteo, entre las que destacan las patatas bravas, los tacos de cochinita, los nachos o los totopos, que ellos mismos realizan. Su sabor es exquisito, y son una gran opción para compartir mientras se disfruta de una cerveza. El precio de cada ración ronda los 9€.
Desde hace un tiempo, la cervecería se ha centrado también en ofrecer a los clientes hamburguesas especializadas. "Seleccionamos la carne, el pan, y tratamos de innovar con ingredientes exóticos", explica Eneko Méndez. "Además, intentamos que sea todo lo más casero posible, y casi siempre hecho por nosotros. Le damos mucha importancia a la calidad del producto, y a diferenciarnos por ello, además de por la cerveza", continúa su amigo.
Por ejemplo, una muy solicitada es la hamburguesa Biribil, que lleva pan brioche, carne de vaca gallega madurada 35-45 días dry aged, doble de queso Monterrey Jack, mermelada de bacon, patatas paja y mayonesa de trufa. Su precio es 13,9€.
Ambos amigos coinciden en que este hecho ha elevado en los últimos tiempos la popularidad de la cervecería. Cada vez son más los clientes que acuden al local seducidos por unas hamburguesas exóticas y asequibles de precio (entre 10 y 14€).
Para finalizar la comida con buen sabor de boca, los postres caseros que ofrecen son la mejor opción. La tarta de queso, el brownie de chocolate con helado o la torrija caramelizada hacen posible añadir un toque dulce a la velada por 5,5€ (precio de todos los postres).
Manneken Beer abre de lunes a viernes de 18 a 23:30 horas, mientras que el sábado y domingo sus puertas están abiertas de 12 a 15 horas y de 18 a 23.30 horas.
"Nuestro propósito es seguir mejorando en lo que podamos, y que la gente siga respondiendo. Seguiremos haciendo lo que mejor sabemos. El tema de la cerveza nos gusta, nos movemos por ella y nos da gusto explicarla. Para nosotros es un trabajo, pero tenemos la suerte de que también es un hobby", asegura Iker Moreno orgulloso.
