El restaurante Picaflor, que dirige la navarra Pilar Arellano, ha recibido el premio 'T de Oro' que concede la revista Tapas, una de las más prestigiosas de gastronomía de las que se publican en España.
Tapas, que pertenece al grupo Spainmedia, editor también de la conocida revista Forbes, es una revista española especializada en gastronomía y estilo de vida que destaca por ofrecer contenido relacionado con la cocina, los restaurantes, la cultura gastronómica y el vino. Se caracteriza por su enfoque en las tendencias culinarias tanto a nivel nacional como internacional, con una atención especial a la alta cocina, los chefs más innovadores y las nuevas propuestas gastronómicas.
En una gala ha reunido por tercer año consecutivo a las personalidades más relevantes del mundo gastronómico para premiar a 18 restaurantes. Siguiendo la estela de las ediciones anteriores, durante el evento también se ha presentado la nueva ‘Guía para comerse y beberse España’ de 2024, que recopila más de 700 restaurantes destacados de toda la geografía española, incluyendo los ganadores de la T de Oro de cada comunidad.
Navarra fue además protagonista de la cena posterior a la entrega de premios en la que se sirvieron pimientos del piquillo de Lodosa con aceite de oliva virgen extra navarro y ajos de Corella, acompañados de papada de cerdo Pío Negro, también llamado “Euskal Txerri”, de Lecumberri.
La ganadora, Pilar Arellano, del restaurante Picaflor, ubicado en el número 3 de la travesía de Tafalla de Pamplona es una cocinera formada en el Basque Culinary Center, en San Sebastián.
Esta joven emprendedora cumplió su sueño de niña a mediados de marzo de este año con la apertura de su restaurante y ya se ha hecho acreedora de este importante premio.
Sirve "recetas tradicionales y caseras" reconocía en una entrevista concedida a este periódico el pasado mes de abril. "Aunque me han enseñado la cocina de vanguardia, me gusta, tanto elaborar como comer, la cocina de toda la vida", explica.
La carta de Picaflor es muy variada. Pilar la desgrana. "Me gusta el producto de temporada, por eso hay mucha verdura en la carta", detalla. Tampoco quiere renunciar al concepto de compartir, por lo que tiene un apartado de entrantes para poner al centro de la mesa. "Los segundos son siempre guisos tradicionales a los que intento dar mi toque", especifica.
Para preparar la carta de Picaflor, la cocinera confía en una serie de proveedores locales: "Me gusta cuidarlos". La verdura la trae de Corella, uno de sus pueblos. Allí trabaja con un agricultor que también tiene una tienda. También le trae producto de la huerta su novio, que es agricultor. El pescado lo compra en el mercado y la carne la trae de su otro pueblo, Nieva de Cameros en La Rioja. Allí trata con un carnicero que tiene sus propios terneros.
Este carnicero hace, además, embutidos. El salchichón es uno de los platos más pedidos. "En vez de curarlo, lo orea cuatro días, yo lo aso. Yo hago chorizos en el mismo pueblo".
