Javier Aristu García y Pablo Orcoyen Garrido son dos jóvenes pamploneses de 24 años que han conseguido un éxito en su primera aventura empresarial con la comida para llevar en Pamplona gracias a sus pollos asados.
Desde hace pocos meses han tomado las riendas de 'Pollo Paulino', un establecimiento situado en la esquina de las calles San Fermín y Paulino Caballero en el segundo Ensanche de la capital navarra, especializado en comida para llevar.
Pollo Paulino arrancó en 2017 con los navarros Elena Lezaun Ayerra, su marido Daniel Alonso y su hermano Gonzalo Lezaun Ayerra. No obstante, sus trabajos por cuenta ajena no les permitían dedicarse a pleno rendimiento.
Javier Aristu y Pablo Orcoyen trabajaron en hostelería mientras estudiaban la carrera, ADE y Derecho, respectivamente hasta que se lanzaron a la aventura de la comida para llevar en el segundo Ensanche. Han explicado a Navarra.com el inicio de esta aventura empresarial con tan solo 24 años.
"Nos gustaba la hostelería como tal. La oportunidad surgió aquí. Yo me enteré por mi antiguo jefe y nos quedamos con el local", señala Pablo. "Llevamos desde octubre de 2022 y la sensación es muy buena", añade.
Javier es de la misma opinión: "Trabajamos todos los días del año y ves que vendes más, que vas creciendo. Ahora queremos hacer más hincapié en las croquetas que nos salen super buenas, ya que el pollo asado lo tenemos bastante logrado".
El secreto es "el tiempo y dedicación". "Hay que currar todos los días desde las 9 de la mañana a las 5 de la tarde. Además, los viernes, sábados y domingo también damos cenas de 20 a 23 horas. Los anteriores dueños cerraban lunes y martes y no daban cenas", explica Pablo.
Las noches funcionan cada vez mejor: "Eso que es un público más complicado porque la gente no está acostumbrada a cenar pollo a la noche y hay que meter platos diferentes y combinar sabores", señala Javier.
Aparte del pollo asado, "tenemos croquetas, gorrín, cordero, cabrito, conejo, costillas, patatas fritas y panaderas todo fresco. Queremos sacar hamburguesas, alitas de pollo fritas para las noches. Nos viene bien estar para preparar lo del día siguiente. El fin de semana estamos en total seis personas y de lunes a jueves solo estamos los dos", indica Javier.
Las ventas han subido: "Hay que pagar amortizaciones del préstamos al banco pero nos da para cubrir los gastos y para vivir. La clientela ha cambiado mucho al cambiar la calidad del producto que es mejor. La gente lo nota y lo agradece. Gente que dejó de venir ahora vuelve. Otros vienen de la Rochapea y nos dicen que tenemos el mejor pollo", concluye Pablo.
