Marvel, DC, Death Note, El Señor de los Anillos, Harry Potter o Juego de tronos son títulos que a todo el mundo le suenan. Hace más de treinta años, aprovechando el estreno de algunas de estas sagas y el boom de juegos de cartas y rol como Warhammer o Magic, algunos navarros decidieron emprender y se convirtieron en el punto de encuentro de muchos jóvenes. Ahora, el concepto ha evolucionado, su oferta ya no es sólo atractiva para un grupo minoritario de la sociedad y todo el mundo se considera 'friki'.
En estos rincones extravagantes que han conseguido asentarse tras años de esfuerzo, se ha logrado crear una cultura de juego que ha brindado largas partidas gratuitas entre amigos y horas de lectura para los más bibliófilos. Con la pandemia y el confinamiento domiciliario, decidieron apostar por actualizar sus portales digitales para mostrar su oferta y animar a los más fanáticos a acudir en cuanto las tiendas pudiesen abrir, objetivo que consiguieron por el 'mono' de estar casi un trimestre alejados de este mundo excéntrico.
Hemos decidido hablar con los encargados de tres de los "portales del frikismo" más conocidos de Pamplona para entender de primera mano este fenómeno y conocer cómo hicieron frente a la crisis pandémica.
LIBRERÍA TBO, EXCLUSIVA EN CÓMICS
Abierta en 1983 por Julio Atienza, de 62 años, y su mujer (ya jubilada), lleva casi cuarenta años trabajando con los cómics. "No puedo meter pósters o merchandising porque no caben. Otras tiendas tienen de todo, pero esta es la única de cómics al 100%", comenta respecto al enfoque que han querido darle desde siempre a una librería 'única'.
"Cuando abrimos, los cómics estaban empezando a salir. Existían los de bruguera (Mortadelo, Zipi y Zape...) y algún español de aventuras como el capitán Trueno o Jabato. Ya habían llegado antes El Vívora y La Totem, y luego fueron entrando otras revistas de cómics que empezaban a salir en aquella época", enumera señalando que editoriales como la cúpula.
En aquella época, el cómic francés aún no había llegado al mercado, y ni si quiera existía el manga. El único tebeo de aventuras entonces era Trinca, pionero que se consagró como algo más que una revista juvenil. "Intento contar con todo el cómic que hay en el mercado, al menos todo lo que me cabe. Tenemos casi de todas las épocas, y nos diferenciamos del resto en nuestro trato familiar y conocimiento en este tipo de tebeos", destaca.
La pandemia le llevó a elaborar un blog desde el que va informando de todo lo que sale por editoriales, pero no vende online. "La pandemia afectó, porque cerrar afecta mucho, pero pudo ser peor. Las editoriales, sobre todo el Grupo Panini, intentaron vender sus productos online para seguir generando, pero las librerías se mosquearon, montaron la bronca y obligaron a las editoriales a bloquear la novedad, pudiendo comprar online sólo a fondo atrasado.
"Cuando reabrimos, noté que la gente se había leído todo y tuvimos dos meses muy potentes. Venía todo el mundo como loco. Ahora ya se ha regulado e incluso estamos algo peor que en el pasado, pero firmo con que no siga cayendo", explica en referencia a que mucha gente ha aprendido a comprar online y eso es un problema.
Cree que si la venta online sigue al alza las tiendas físicas terminarán desapareciendo igual que les ha ocurrido a otros sectores como la música o los videoclubs. "Al libro le está haciendo pupa. La gente no se da cuenta, pero muchas de las librerías gigantes que teníamos antes en la capital han tenido que cerrar. Las que sobrevivimos somos o pequeñitas o familiares y, aunque esto sigue funcionando, no tiene el tirón de antes", analiza contrariado.
"Ahora compra comics todo cristo. Aquí te viene gente que pide para sus bibliotecas, personas mayores, mamás que introducen a sus hijos en el cómic, profesores que hablan de esto en la escuela... ya no existe el concepto de 'friki' como algo peyorativo", señala mientras recuerda que en los años 80 muchas personas no se atrevían a entrar por miedo de que les viesen, ya que estaba muy mal visto y algunos despreciaban a los que lo hacían.
Los cómics que más se venden, pese a que llega a mucho público y todo se demanda, son los de manga. También existe mucho afán por el superhéroe en la mediana edad, y la novela gráfica es lo que menos ha cuajado en su tienda, ya que quienes acuden valoran mucho el dibujo y la ilustración y esta novela no se caracteriza por destacar en este apartado. "Hay muchas novelas gráficas con historias chulas pero dibujos mediocres, y para eso veo más lógico escribir un libro", añade.
En un futuro, sueña con que alguien siga a cargo de la librería, y tiene una hija que está por la labor. Pero la situación económica, los alquileres en esta zona y el desarrollo tecnológico son problemas que no auguran un futuro prometedor a largo plazo.
COMICS PAMPLONA, UN POCO DE TODO
José Miguel García, pamplonés de 49 años, montó la tienda Comics Pamplona hace 25. Se trata del único establecimiento en Pamplona que mezcla comics, Manga, Magic, Juegos de Mesa y Merchandising, y su filosofía se basa en tener un buen ambiente, ya que cuentan con una zona de juegos habilitada en el local y organizan partidas de juegos de mesa abiertas y gratuitas para enseñar a todo el mundo los miércoles.
"Todos los miércoles al cerrar, los que quieren apuntarse acuden al café remix. Es gratuito, ya que es la única forma que tengo de hacer que este mundillo, que a mi me apasiona, se contagie entre los jóvenes a través de actividades. No lo hago por cuestión de trabajo sino porque es algo que me gusta y me divierte", explica ilusionado.
Cuentan con diferentes distribuidoras de toda España e incluso alguna europea, y trabaja con marcas de grandes empresas como Planeta DeAgostini, Panini o Hasbro. En cuanto al perfil de los clientes, lo más habitual es encontrarse con personas de entre 16 y 26 años, aunque hacia arriba y abajo también se mueven muchos. Cuentan con página web desde la que, aunque no venden directamente, se puede contactar vía mail o WhatsApp con ellos para hacer pedidos por correo.
"Vendemos a domicilio pero no desde la web. Eso sí, a través de ella se puede ver qué productos ofertamos y los clientes pueden encontrar nuestros datos de contacto. La actualizamos constantemente y en cuanto la Covid-19 termine de irse la utilizaremos como escaparate para informar de todo tipo de actividades, eventos, torneos o quedadas que realizaremos", comenta entusiasmado añadiendo que espera que sea pronto.
La pandemia fue muy dura, porque les obligó a cerrar y pasar casi tres meses sin cobrar con muchos gastos. Lo bueno es que la acogida fue espectacular y se notó que la gente tenía ganas de renovar sus salas de ocio. "Nuestro tipo de negocio tuvo un poco de suerte porque las pocas cosas que se podían hacer tras el confinamiento eran en casa, y allí puedes leer y jugar a juegos. Por eso se vendieron mucho nuestros productos", razona.
"La tendencia no es negativa, el tirón se está manteniendo bien y no considero que la pandemia me haya afectado de forma crítica. Me ha afectado, por supuesto, pero no me puedo quejar viendo lo que hay al rededor", reconoce con relativo optimismo señalando que los meses de verano tampoco suelen ser muy buenos ya que una parte del negocio depende de los universitarios y estos se marchan.
Respecto al estereotipo clásico de 'friki', García cree que se ha ido perdiendo poco a poco y el 'friki' ya no es ese asusta niños difícil de tratar. "Esta cultura se ha abierto a más gente, y cuanta más gente hay haciendo lo mismo menos raro parece. Ahora es más común y está hasta normalizado leer manga o jugar a juegos de mesa. Ya no eres raro, eres un aficionado más como el que suele ir al cine o juega a fútbol", señala contento por la evolución.
Entre los productos más vendidos están las cartas 'Magic', que son muy extensas. Parecido con títulos como Guardianes de la Noche o Dragon Ball. Las figuras Funko Pop también triunfan mucho, y hay una que destaca entre ellas: el Baby Yoda, de la que han hecho muchas versiones. "Si tuviera que generalizar, te diría que se vende mucho manga, juegos de mesa, 'Magic' y Funko Pop", detalla.
"Mi objetivo no es otro que sobrevivir. No puedo imaginar qué será de mi en diez años, ya que entonces habrán cambiado las tendencias por completo. Lo único que puedo asegurarte es que espero seguir, mínimo, como ahora, pero no puedes tener grandes sueños en un trabajo tan del día a día", concluye sonriente.
ULTRAFRIKIS, OBJETOS DE REGALO
Abrió hace poco más de un año y se trata de la tienda online extravagante por antonomasia de la Comunidad foral. José Gómez (27) y Fernando, de Pamplona y Zaragoza, son amigos desde hacen muchos años y se autodenominan 'frikis'. "Somos muy amantes de las películas, las series y los videojuegos, y siempre nos habíamos imaginado con una tienda. Con la pandemia, teniendo en cuenta que yo me dedico a la creación de páginas web y su posicionamiento, se me ocurrió la idea, se la comenté y arrancamos", recuerda Gómez.
La filosofía es clara: conseguir los juguetes que más les gustan, comprarlos y venderlos. Para ellos a día de hoy sigue siendo un hobby, y los productos los adquieren gracias a distintos proveedores de toda España. El perfil más habitual varía en función del producto, pero el más mainstream o vendido es el Funko Pop. "Los funkos nos lo compran todo tipo de personas. Desde los más frikis que buscan un muñeco en concreto porque es una pieza de colección que se está agotando hasta quienes lo hacen para un regalo a su novia, hijo o alguna cosa así", apunta en referencia al amplio abanico de personas al que llegan.
Además de estas figuras, todo lo que tenga que ver con Harry Potter también se vende muchísimo. "Da igual cuando hayan nacido, todo el mundo compra Harry Potter. Es una serie que nos da muchísimo", añade.
Principalmente, todos los productos especializados que venden son para regalos (juguetes, tazas, camisetas, figuras de colección, auriculares...) con un punto de 'frikismo'. El proyecto no está funcionando todo lo que les gustaría y, aunque tienen ventas, no las suficientes como para dedicarse en cuerpo y alma y mejorar la oferta con frecuencia. "El valor diferencial que tenemos es que nos encanta esto, somos amantes, el prototipo de friki que puede ayudar a los compradores a encontrar lo que buscan", destaca ilusionado.
En cuanto al cliché de siempre, el prototipo niño bajito con gafas que juega a videojuegos y del que se ríen cree que no se irá nunca, pero nota que cada vez la gente tiene más voluntad de conocer lo que envuelve al mundo 'friki' y todo el mundo se ha enganchado a alguna serie o juego en su vida. "No tengo problema en reconocer que soy friki de muchas cosas. Está el tópico recurrente de que si te gustan estas cosas significa que estás todo el día sin hacer nada encerrado en tu habitación, pero no es así",
De cara al futuro, confían en hacerse más conocidos y aumentar el ritmo de ventas a corto plazo. A medio-largo plazo no descartan poner tiendas físicas, algo que les haría mucha ilusión. "Mucha gente nos pregunta por si tenemos tienda, y un espacio físico en el que vender todo lo que tenemos creo que nos haría crecer bastante", concluye.
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