Nadie discute el gran valor artístico del jardín de piedras y maderas del navarro Félix Mari López Casi. Son casi 300 metros de largo en una finca paralela a la carretera nacional 132 Estella-Vitoria, kilómetro 9,5, en el término municipal de Murieta.
Está situado en una localidad de Tierra Estella que tiene fama por su bar restaurante Etayo, que no da a basto con sus comidas a 14 euros. Muy cerca se encuentra Abáigar, donde triunfa el pincho pote en el único bar de la localidad.
Desde el año 2006, al poco de su regreso a Murieta tras una largo tiempo de residencia en Estados Unidos, Félix Mari López Casi comenzó a crear un “jardín de piedra”, como se conoce en el mundo anglosajón a este tipo de esculturas.
La madera comenzó después a formar parte del elenco de materiales naturales. Tanto las piedras como las maderas las recogía junto al río Ega o en el monte cuando le llamaban la atención.
Muchos visitantes observan el jardín de piedras y maderas desde la carretera y detienen sus vehículos y bicicletas para disfrutar de las creaciones. Es un terreno propiedad de la familia de Félix Mari, pedregoso, que apenas tenía utilidad y no servía para la agricultura.
Pese a las dificultades y gracias a su imaginación, ha conseguido a base de horas y horas de trabajo que muchos se detengan a ver esas construcciones de piedra, que guardan un equilibrio imposible y que nunca se caen al suelo.
No sólo hay piedras y maderas con formas extrañas a las que ha sacado todo lo que tienen dentro. Hay formas que parecen tener vida propia. Además, tiene también numerosos árboles frutales.
Hasta hace unos meses también disponía de una serie de esculturas de forja que miraban hacia la carretera con figuras que llaman la atención. Félix Mari a sus 87 años ya no puede atender estas creaciones, que las cuida su sobrino Raúl Ayúcar. Las esculturas de forja las ha donado a su pueblo natal, Murieta, que ha creado el jardín Ezpeldoia para acogerlas junto al río Ega.
El Ayuntamiento las ha recolocado en un parque junto al río Ega que ha sido inaugurado este verano para disfrute de los vecinos y de los visitantes. "Me gusta el arte y la naturaleza. Tenía yo el sueño de hacer algo en forja junto al vecino de la localidad Esteban Lana", indicó Félix Mari.
"Lo que quiero hacer es algo sobre lo que yo siento de mi filosofía de la vida", asegura. "He querido expresar lo que yo pienso y deseo: un respeto mutuo, bienestar, paz y felicidad para todos", afirma Félix Mari.
El jardín de piedras y maderas pasó en 2011 por serias dificultades administrativas. El servicio de conservación de carreteras levantó un acta de inspección contra la plantación de setos, árboles y columnas sin guardar las distancias con la carretera nacional y sin autorización.
El asunto se solucionó con rapidez al autorizar la adecuación de una parte de su finca con el fin de ajustar la colocación de algunas piezas a los requisitos legales, para que no afectara negativamente a la seguridad vial y a la visibilidad de ese tramo de la carretera.
