El encierro del Pilón de Falces es uno de los más peligrosos de todos cuantos se corren en Navarra. La prolongada y empinada pendiente en el tramo final del mismo hace que las vacas adquieran una velocidad vertiginosa, lo mismo que los corredores que, cuesta abajo, también alcanzan velocidades superiores a lo habitual sobre una superficie plana.
Si a eso se le suma lo angosto del paso y la presencia de más corredores, muchas veces las caídas son inevitables, y las atenciones a mozos también.
Hasta ahora, los dos encierros precedentes habían resultado muy limpios, a pesar de que en el de este lunes, con vacas de Teodoro Vergara se convirtió en especialmente peligroso cuando un astado se subió al monte embistiendo mozos y corredores. A pesar de todo, todas las atenciones fueron por raspaduras y, a lo sumo, torceduras de tobillo.
Pero en el encierro de este martes, con las vacas marcillesas de Juan José Laparte, sí que han dejado un herido aparentemente grave.
Ha sido en el tramo final, cuando ya la cuesta se suavizaba, justo a la entrada del pueblo. Un mozo ha caído al suelo delante de la manada, que ha pasado por encima suya.
El corredor ha sido atendido in situ y evacuado del recorrido en una camilla de los servicios de emergencia entre el aplauso del resto de corredores y espectadores.
Como consecuencia del impacto, el corredor presenta una contusión facial, motivo por el que ha sido trasladado en ambulancia al Hospital Universitario de Navarra donde se le van a practicar pruebas radiológicas.
Se trata del primer herido trasladado de este 2024 en los encierros de El Pilón de Falces.
Este martes ha sido atendido otro mozo por contusiones aunque de carácter leve, que se ha marchado a su casa por su propio pie.
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