Las fiestas de Burlada han dado comienzo y durante seis días la localidad entera va a estar inundada de un ambiente festivo y animado. Estas festividades reúnen a personas de todos lados, desde políticos hasta el carnicero del barrio. Pero hay veces que sorprenden las personas que llegan a estas celebraciones.
Tras haber sido lanzado el cohete y haber salido los gigantes y kilikis, la plaza del ayuntamiento se ha llenado de baile, risas y espuma. Entre todas ellas, se encontraban dos mujeres que disfrutaban de las fiestas de Burlada como uno más.
Esas dos mujeres eran Luisa Lizarraga y Victoria Eugenia, dos monjas de la congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Este año ha sido el primero al que asisten y, mientras tomaban el almuerzo, conversaban con amigos y conocidos. "Estoy muy contenta de haber venido y mi compañera Victoria está encantada con la celebración", cuenta Lizarraga.
"El ambiente ha sido muy bueno, el lanzamiento del cohete ha sido perfecto, la música bien. Ha sido un acontecimiento maravilloso. Es la primera vez que vamos a unas fiestas de este estilo también y nos ha gustado que sean tan sanas y alegres. Pero esperamos que la gente no haga cosas raras", añade Luisa Lizarraga.
La impresión y buen ambiente que les ha transmitido estas fiestas les ha hecho pensar en regresar otro año. "Quizá volvamos, aunque eso es difícil de saber. Pero sí volvería por estos bocadillos de aquí de Burlada porque son una cosa buenísima. El mío es un bocadillo de tortilla de patata exquisito y mi compañera se está acabando el suyo de chistorra", explica.
Las dos monjas, aunque comparten el ser miembros de una misma congregación religiosa, vienen de lugares muy distintos. "Yo vengo desde Artieda, muy cerca de la Foz de Lumbier. Victoria Eugenia viene de mucho más lejos. Ella viene de Monterrey, en México", comenta Lizarraga.
La sede en la que ellas viven también está en la pequeña localidad de Artieda, donde hay un antiguo palacio y la iglesia de San Ciprano y Cornelio. "Nuestra sede es una de las 9 repartidas por España. Es nuestro lugar de residencia, pero al mismo tiempo es una casa de espiritualidad para jóvenes o matrimonios que quieren hacer retiros", señala Lizarraga.
Según Victoria Eugenia, estas fiestas "son muy diferentes a las de mi tierra, pero tiene su riqueza única y la alegría propia de unas fiestas municipales. En México tienen el tinte propio de allá, y yo noto aquí lo distintas que son, lo españolas que son estas celebraciones", finaliza.
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