El Ayuntamiento de Murieta, de apenas 350 habitantes, ha estrenado este sábado 1 de marzo su nueva sala polivalente, un espacio que suma un gimnasio totalmente equipado y un parque de calistenia al aire libre en el polideportivo Ezpeldoia.
Murieta está muy cerca de otros pueblos que han sido noticia, como es el caso de Abáigar con su casa rural y su pinchopote en el bar de las piscinas, o Legaria con su día 'extra' de las fiestas patronales.
Con esta ampliación, el municipio da un paso más en su apuesta por el deporte y la vida activa, ofreciendo a sus vecinos una alternativa para entrenar sin necesidad de desplazarse hasta Estella.
El alcalde de Murieta, Felipe Ajona Chasco, ha subrayado la importancia de este nuevo servicio, destacando que supone "un hito importante de cara a dar un servicio a la ciudadanía y, sobre todo, a los pueblos, para que la gente se quede a vivir en ellos". Además, ha explicado que esta inversión responde a un objetivo claro: "Trabajar por la cohesión territorial y evitar el despoblamiento. La idea es sacar los abonos y empezar a funcionar desde hoy mismo".
"Celebramos la apertura de un espacio dedicado a la salud, el bienestar y la superación personal. Damos las gracias a todos los que han hecho posible este proyecto. Es espacio de relación y convivencia ciudadana. El objetivo es crear una comunidad inclusiva y sacar el máximo rendimiento de estas instalaciones", ha manifestado el alcalde.
El proyecto ha requerido una inversión de 300.000 euros, dividida en dos fases. La primera, centrada en la construcción del edificio, ha costado 200.000 euros, de los cuales el Gobierno de Navarra ha aportado 45.000 euros en forma de subvención. La segunda fase, destinada a la compra de equipamiento y mejora de accesos, ha ascendido a 100.000 euros, con una ayuda de 50.000 euros procedente de la Estrategia de Desarrollo Local Participativo, impulsada por Teder.
El nuevo gimnasio ocupa una sala de 115 metros cuadrados, con un aforo máximo de 15 personas. Se ha diseñado con tres zonas diferenciadas para cubrir distintos tipos de entrenamiento. La zona de cardio incluye cinta de correr, bicicleta de ciclo indoor y elíptica.
En la zona de fuerza, los usuarios pueden entrenar con máquinas para piernas, poleas multifuncionales y un remo con visor de actividad. La zona funcional está equipada con un rack a pared abatible, juego de discos, barras, mancuernas de 5 a 20 kilos, barras olímpicas y un banco reclinable.
Las instalaciones cuentan con vestuarios y duchas dentro del polideportivo, y el acceso está controlado mediante un sistema de torniquetes con lectores QR. También se ha instalado videovigilancia, un equipo de sonido y televisión, garantizando comodidad y seguridad a los usuarios. "Es una pasada" aseguran las personas que han acudido a la inauguración. El horario de apertura será de 7 a 22 horas.
En el exterior del polideportivo, el nuevo parque de calistenia ofrece una estructura de acero galvanizado para entrenamientos de dominadas, suspensión y anillas. No está anclado a la pared, sino que se sostiene de forma independiente gracias a un sistema de anclaje al suelo, que le proporciona gran estabilidad. La instalación está diseñada para potenciar el entrenamiento funcional, permitiendo a los deportistas mejorar su fuerza utilizando únicamente su propio peso corporal.
Para facilitar la adaptación a las nuevas instalaciones, la monitora Sara Martínez Echarri, una estellica de 37 años, se encargará de explicar el manejo de las máquinas y de ofrecer asesoramiento sobre entrenamientos personalizados.
"Los lunes, miércoles y viernes estaremos en el gimnasio dos horas al día, una por la mañana y otra por la tarde, para resolver dudas sobre las máquinas y ayudar con las tablas de ejercicios", ha detallado. Además, impartirá clases dirigidas, como pilates, para quienes busquen una rutina más estructurada.
El Ayuntamiento de Murieta ya está pensando en dar un paso más con nuevas mejoras. "Si funciona bien, la idea es poner una sauna, no solo para el pueblo, sino para todo el valle de Valdega y la zona", ha adelantado Ajona Chasco.
