John Aloisi es el autor de uno de los goles más importantes y a la vez más tristes en los cien años de historia 'rojilla'. Cómo olvidar ese tanto en la final de Copa del Rey de 2005 ante el Betis.
Fue la primera final de Osasuna, aunque la Copa se escapó hasta Sevilla desde el Vicente Calderón. Este sábado, Osasuna tiene una nueva oportunidad para alzar el trofeo en La Cartuja de Sevilla.
Si Nekounam fue el primer iraní en vestir la camiseta de Osasuna, Aloisi tiene el orgullo de haber sido el primer australiano en hacerlo.
Antes de que llegara a Pamplona, el australiano jugó en las ligas de Bélgica, Italia e Inglaterra. Nunca fue un goleador, era más bien un delantero de trabajo y con un importante poderío aéreo.
"A la afición le gusta un delantero que pelee. Técnicamente no era muy bueno, pero me dejaba todo en el campo. A la gente le gusta un jugador así, que se deja todo en el campo para ganar", afirmaba en una entrevista reciente al club 'rojillo'.
En 2001 Osasuna pagó 1,8 millones de euros por sus servicios al Coventry City inglés. Durante sus cuatro temporadas como 'rojillo', jamás jugó tanto tiempo para un mismo club, sumó 37 goles en 129 partidos.
Su curso más goleador fue el primero, firmó nueve tantos en Liga y once en total. Un tanto que ha quedado algo en el olvido, debido al anotado ante el Betis, fue el certificó la permanencia en Bilbao.
Aquel Osasuna de Lotina se jugaba la permanencia un 5 de mayo de 2002. Los 'rojillos' sacaron la siguiente alineación: Unzué, Cruchaga, Contreras, Jusué; Josetxo, Yanguas, Fernando, Palacios, Alfredo, Gancedo; e Iván Rosado.
El australiano, que comenzó en el banquillo, saltó al césped de San Mamés en el minuto 52 en sustitución de Alfredo con el 1-0 a favor de los locales tras un tanto de Julen Guerrero. Ya en el descuento anotó el 1-1 definitivo, se quitó la camiseta y lo celebró con los hinchas que se habían desplazado hasta Bilbao.
Lo curioso de su trayectoria en Osasuna es que después de pasar a la historia al anotar el gol de la final de Copa, ese fue su último encuentro como futbolista 'rojillo'. Ahí, en Madrid, terminó todo.
Después de que el club no renovara su contrato, se marchó con la carta de libertad a pocos kilómetros de Pamplona. Vitoria fue su casa durante dos temporadas, una Primera y otra en Segunda, donde realizó buenos números.
Ahora, varios años después de su retirada en Australia, continúa su carrera como entrenador. Comenzó haciéndolo en su país natal y ahora parece estar capacitado para hacerlo en Europa.
