Tras cuatro meses de trabajos que han transformado la calle Iturrama de Pamplona, los vecinos ven por fin el final de unas obras que se han hecho largas y complicadas.
Desde su inicio en agosto, los cortes de tráfico, la reducción de la calzada y la eliminación de plazas de aparcamiento han generado incomodidades en una de las zonas más transitadas del barrio de Iturrama. Todo apunta a que los trabajos concluirán antes de que termine el año.
Las obras han supuesto una reconfiguración completa del tramo entre la calle Íñigo Arista y la plaza Félix Huarte, incluyendo la ampliación de aceras en tres metros, la renovación de la mediana —que ahora alcanza los siete metros de ancho— y la eliminación de aparcamientos en batería.
Estas modificaciones, según el consistorio, buscan priorizar al peatón frente al tráfico rodado, un cambio que ha requerido estrechar la calzada y redirigir la trayectoria de los vehículos para reducir su velocidad.
El proyecto, con un presupuesto de 417.533,21 euros financiado a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, también ha introducido importantes elementos de renaturalización. Se han retirado siete chopos, reemplazándolos por nuevas especies como hayas de hoja morada y robles sedosos. Además, la mediana central contará con vegetación que incluye arbustos y plantas, todo ello acompañado de una red de riego renovada.
Los cambios también afectan a la movilidad y el transporte urbano. La parada de autobús ha sido reubicada y se han rediseñado las plazas reservadas para personas con movilidad reducida y motos. Toda la zona pasa a tener un carácter peatonal, eliminando incluso los pasos de cebra para convertir el espacio en un área de cruce continua.
Durante las obras, no han faltado críticas por parte de los vecinos. La pérdida de plazas de aparcamiento, sumada a las dificultades para acceder a las viviendas y comercios durante las obras, ha generado malestar en el barrio.
