PAMPLONA
Las familias afectadas por el caso Maristas ven por fin la luz tras meses de incertidumbre
El Ayuntamiento modifica el PEAU tras obtener garantías de inicio de las 108 viviendas protegidas y permitirá a las familias ocupar las suyas.

Un año más tarde, el Ayuntamiento de Pamplona ha dado por fin el paso decisivo y que se le reclamaba para resolver el bloqueo que mantenía en vilo a docenas de familias que no podían acceder a sus viviendas en el antiguo colegio Maristas. La modificación del Plan Especial de Actuación Urbana (PEAU) permitirá conceder la licencia de primera ocupación de las viviendas libres ya terminadas, tras eliminar la denominada cláusula de garantía que lo impedía.
Esa norma establecía que no se podían entregar las viviendas libres hasta que se construyeran las viviendas protegidas del mismo proyecto. Sin embargo, tras obtener garantías de inicio inmediato de las 108 viviendas protegidas (77 VPO y 31 VPT), el Consistorio ha decidido suprimir la restricción y autorizar el acceso a las 48 viviendas libres ya concluidas.
El concejal delegado de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea, ha explicado que el Ayuntamiento “solo se ha abierto a esta modificación tras constatar el compromiso firme de la cooperativa promotora de iniciar las obras”. Ha añadido que las garantías deberán “convertirse en certezas” antes de la ratificación definitiva por el Pleno municipal.
La decisión pone fin a un periodo de tensión e incertidumbre para los propietarios, que veían cómo sus viviendas terminadas seguían sin poder ocuparse. Según el Ayuntamiento, la modificación del PEAU de Maristas mantiene las condiciones de cesión de los espacios dotacionales públicos previstos, como el salón de actos del antiguo colegio, los accesos desde la nueva plaza y la urbanización de los espacios comunes.
La cooperativa Maristas I, encargada de las viviendas libres, presentó la solicitud de modificación el 15 de julio, y tras subsanar la documentación requerida, el trámite comenzó a principios de octubre. Las obras se finalizaron el 29 de agosto de 2025, y ese mismo mes se solicitó la licencia de primera utilización, que ahora será posible conceder.
Mientras tanto, la cooperativa Maristas II, promotora de las viviendas protegidas, aprobó el presupuesto de obra en abril y, en julio, la propuesta de aval mancomunado con una entidad bancaria para financiar el proyecto. Con estos avances, el Ayuntamiento ha considerado cumplidas las condiciones necesarias para desvincular ambos desarrollos.
Abaurrea ha evitado dar más detalles sobre las garantías presentadas, al considerar que “deben ser los promotores quienes informen directamente a los cooperativistas”. No obstante, ha insistido en que el Consistorio “seguirá velando por el cumplimiento de los compromisos adquiridos y por el interés público”.
La propuesta de modificación también contempla ajustes técnicos en los artículos 16 y 17 de la Normativa Urbanística Particular del PEAU. En su nueva redacción, se elimina la prohibición de conceder licencias de primera utilización para las viviendas libres antes de las protegidas, pero se imponen dos condiciones previas: la presentación de un aval del 100% del coste de las obras de urbanización y la cesión gratuita al Ayuntamiento de la edificación dotacional pública prevista.
Aunque se adelante la concesión de las licencias, el Ayuntamiento de Pamplona ha asegurado que la normativa revisada garantizará la cesión del salón de actos del antiguo colegio, la urbanización de las calles Tafalla y Sangüesa, los porches de conexión con la nueva plaza y los accesos a la dotación pública desde ese mismo espacio.
La modificación marca el principio del fin del largo conflicto urbanístico de Maristas, que durante meses ha afectado a decenas de familias de Pamplona, ahora más cerca de poder entrar por fin en sus viviendas.