Los secretos arqueológicos que esconde la plaza de Santa Ana de Pamplona: encuentran una columna misteriosa
Un georradar ha detectado varios elementos en el subsuelo de la plaza. En unas semanas comenzarán ñas catas arqueológicas.

El subsuelo de la plaza de Santa Ana de Pamplona podría esconder un auténtico viaje por la historia de la ciudad, desde tumbas tardoantiguas similares a las halladas en el Palacio del Condestable hasta estructuras industriales del siglo XIX vinculadas a la fundición Pinaquy. Así lo ha revelado el estudio con georradar realizado en julio, un método no invasivo que permite visualizar lo que hay bajo tierra y que ha detectado indicios de restos de distintas épocas.
Los resultados apuntan a la posible existencia de una necrópolis antigua, un edificio porticado de gran porte del periodo preindustrial y restos fabriles vinculados tanto a la revolución industrial como a una antigua fábrica de lejías. También se ha localizado un fragmento de columna hexagonal, del que no se tienen referencias históricas, y que podría pertenecer a ese edificio monumental.
El Ayuntamiento de Pamplona prevé realizar en noviembre cuatro catas arqueológicas de 3x3 metros para confirmar la naturaleza de estos restos y evaluar su conservación. Las excavaciones se distribuirán en diferentes puntos de la plaza, incluyendo las traseras de los números 8, 14, 16, 24 y 26 de la calle Mayor. Los trabajos contarán con la supervisión de la Institución Príncipe de Viana, dado que Santa Ana se encuentra dentro de la “Zona arqueológica A” del Casco Antiguo.
Uno de los puntos más prometedores se sitúa junto al número 8 de la calle Mayor, donde podrían aflorar nuevos enterramientos de la misma necrópolis documentada durante la rehabilitación del Condestable. En el número 14-16, los arqueólogos esperan encontrar restos de un edificio con patio porticado, posiblemente anterior a la revolución industrial, al que correspondería la citada columna. Y en la zona trasera del número 16 podrían aparecer las estructuras de los altos hornos y fraguas de la fundición Pinaquy, una de las factorías que marcaron el desarrollo industrial de Pamplona en el siglo XIX.
Los planos de la época consultados por Tesela Arqueología y la Universidad de Cantabria han permitido localizar incluso la posición exacta de algunos de los hornos, así como el área donde operaba otra industria contigua, Lejías El Tigre. La documentación del Archivo Municipal de Pamplona y del Archivo Real y General de Navarra ha sido clave para interpretar los datos del georradar y planificar las catas.
De confirmarse los hallazgos, los restos podrían integrarse en el futuro diseño de la plaza, dentro del proyecto de reurbanización ‘Basoa’, actualmente en fase de redacción. El Ayuntamiento ha pedido a los autores del proyecto que incluyan los elementos arqueológicos más relevantes en la nueva configuración del espacio.
Además, como ya se hizo en intervenciones anteriores de 2018 y 2019, algunas excavaciones podrían realizarse con participación ciudadana, con el objetivo de acercar la arqueología urbana a los vecinos y divulgar las metodologías profesionales empleadas en este tipo de estudios.
Las obras de reurbanización de la plaza de Santa Ana de Pamplona podrían comenzar en primavera de 2026 y extenderse hasta 2027. Una vez concluyan, se prevé que los resultados amplíen el conocimiento sobre la evolución de la ciudad, desde la Pamplona romana y medieval hasta la industrial del siglo XIX, reforzando su identidad histórica y patrimonial.