PAMPLONA
Denuncian graves agresiones a trabajadores sociales: "Pamplona está marcada por el sinhogarismo"
Los trabajadores sufren agresiones como situaciones de presión en albergues de personas sin hogar.

Trabajadores de los Servicios Sociales de Pamplona y otras zonas de Navarra han criticado este jueves las "presiones y agresiones" sufridas en el desempeño de su labor. En el caso del Ayuntamiento de Pamplona, en el Área de Acción Social, en el año 2024 se han notificado 28 partes a prevención de riesgos laborales, "sabiendo que esto es solo la punta del iceberg".
Así lo ha manifestado en una rueda de prensa la trabajadora social Josune Legal, que ha añadido que, además, en el albergue de personas sin hogar se han dado "más de 20 situaciones de presión para el acceso al recurso". "Actualmente y dentro de nuestro ejercicio profesional nos encontramos con el cuestionamiento hacia nuestra labor a través de diferentes organismos, algunas entidades y con la presión de algunas personas para poder acceder a diferentes recursos sin cumplir la normativa para ello", ha apuntado.
Según ha subrayado, "no podemos avalar ni tolerar las faltas de respeto, las amenazas y las presiones para acceder a un recurso o a otro", ya que diferentes técnicos "han tenido y tienen que ejercer su trabajo bajo presión en la atención presencial a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos, etc". También, ha dicho, "se han dado cuestionamientos y escraches en oficinas municipales así como en el albergue de personas sin hogar".
Legal ha dado lectura a una declaración firmada por 152 profesionales del Área de Acción Social del Ayuntamiento de Pamplona en la que critican "la escalada de agresiones, amenazas y presiones que estamos sufriendo en el ejercicio de nuestra labor". "Estas acciones protagonizadas por algunas personas y determinados colectivos no sólo dificultan nuestro trabajo, sino que también perjudican gravemente la calidad del acompañamiento que ofrecemos a quienes más lo necesitan", señalan.
En concreto, destacan "interferencias externas y directas en las decisiones técnicas". "En nuestro día a día venimos recibiendo presiones constantes mediante llamadas, correos electrónicos y acciones directas en nuestros centros de trabajo con el objeto de alterar diagnósticos sociales o decisiones fundamentadas técnicamente. Estas presiones no sólo cuestionan nuestra profesionalidad sino que generan desconfianza y desigualdad en el trato", comentan.
También advierten de los "cuestionamientos a la imparcialidad profesional", ya que "en algunas ocasiones, cuando las valoraciones técnicas no cumplen con ciertas expectativas, se generan dinámicas de presión que buscan cuestionar" las decisiones. Situaciones que "en algunos casos incluyen señalamientos hacia los y las trabajadores poniendo en duda su imparcialidad e incluso atribuyéndoles actitudes discriminatorias".
Por otro lado, critican "injerencias de personal no profesional", pues "algunas personas colaboradoras vienen acompañando a personas a nuestros servicios y se involucran en las intervenciones sociales, creando falsas expectativas", generando un "intrusismo" que "cuestiona nuestra labor y genera tensiones adicionales".
Según señalan, "las recriminaciones, las agresiones, amenazas y acosos trascienden el ámbito laboral y ponen en peligro nuestra seguridad y bienestar personal".
A su juicio, Pamplona "se encuentra en un momento crítico, marcado por el aumento de situaciones de vulnerabilidad, el sinhogarismo". "Este incremento de la demanda de atención en servicios sociales está tensionando enormemente un sistema que ya opera con una dotación de personal insuficiente y que enfrenta incoherencias normativas y de procedimiento entre ayuntamientos y Gobierno de Navarra", advierten.
Por ello, realizan un llamamiento a que las instituciones políticas "garanticen consensos homogéneos en las políticas sociales de Navarra, que se marquen líneas estratégicas basadas en equidad, responsabilidad compartida y fundamentada en criterios técnicos, que se implementen medidas y herramientas que aseguren el respeto y la colaboración hacia los y las profesionales de los servicios sociales, que se actúe desde el interés real por el bienestar de las personas, no utilizando el fenómeno de la vulnerabilidad social y el sinhogarismo como arma arrojadiza entre partidos políticos".
"Solicitamos a los responsables municipales la implementación de medidas que aseguren una dotación suficiente de personal técnico en servicios sociales, que sea acorde al volumen de la demanda actual", han reivindicado, tras pedir "respeto y colaboración de todos los agentes implicados".