Un número cada vez mayor del profesorado en Navarra va rotando por los centros educativos sin tener plaza fija.
IUN ha propuesto en el Programa de Educación -recogido en su “Cuaderno programático de Educación para la Unidad Popular”, elaborado colectivamente con la comunidad educativa a lo largo del último semestre- que planteará a Unidad Popular disminuir radicalmente la interinidad al 8% en los próximos cuatro años para lo cual se hace necesario que el actual Gobierno de Navarra aplique el porcentaje del 7% PIB destinado al Sistema Educativo en los Presupuestos Generales de Navarra durante esta legislatura.
Un número cada vez mayor del profesorado en Navarra va rotando por los centros educativos sin tener plaza fija, pasando de un centro a otro cada curso escolar, incluso aunque hayan obtenido buenas notas en las oposiciones porque se convocaban insuficientes plazas y porque no se convocan oposiciones desde el 2011.
Los sindicatos han venido denunciando reiteradamente que la Consejería de Educación de la CF de Navarra ha venido “abusando” de una situación que inicialmente se estableció de forma provisional para cubrir necesidades muy puntuales. El resultado es que se ha acentuado la precariedad y temporalidad, en vez de reducirla; cada vez hay más contratos a media jornada o a un tercio de la jornada, con sueldos de 600 euros al mes y que son despedidos durante el verano para no pagarles las vacaciones y recortar en el pago de las nóminas, obligándoles a vivir del paro en agosto.
El problema de fondo añadido es que esta precariedad afecta, también, a los alumnos y a las alumnas, que pueden cambiar de docente varias veces durante el curso, pasan a veces una decena de días sin profesor o profesora cuando tienen que ser sustituidos. Pero esto también afecta al resto del profesorado, que ven cómo se hace imposible en esta situación consolidar equipos docentes que trabajen de forma colectiva y cooperativa con una línea común y compartida. Así como a las familias que se encuentran con profesorado diferente cuando van a hablar con ellos o tienen tutorías. Pero esta situación desmotiva al propio docente que la sufre, condenado a un laberinto en donde no pueden implicarse en ningún proyecto, ni preparar debidamente las clases cuando le asignan un centro y firma el contrato el mismo día que empieza a dar clase, ni vincularse con el centro educativo y las familias. Inestabilidad económica y emocional que rebaja cualquier implicación en un proyecto a medio o largo plazo y genera cansancio de cambio y desmotivación.
El partido advierte que si la medida de la educación es la medida de su profesorado, la consolidación de la precariedad y la inestabilidad no es el camino. Un buen maestro o una buena maestra pueden crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor por el aprendizaje y necesitamos maestros y maestras motivados e inspirados para ello. No podemos permitirnos poner en riesgo las futuras generaciones.
