El PSN, que acudió el pasado sábado al homenaje para reconocer a víctimas de grupos de extrema derecha o funcionarios públicos, ha reconocido sentirse engañado por el Gobierno foral.
En el acto institucional se rindió tributo a varios terroristas y pese a que la presidenta Uxue Barkos ha negado que se homenajera a miembros de ETA, se realizó la lectura de un documento suscrito por al menos 6 familias de fallecidos pertenecientes a grupos de terrorismo.
En la comisión parlamentaria en la que ha comparecido Barkos a petición del PPN, la portavoz socialista, María Chivite, ha indicado que su grupo está a favor de que se reconozca a las víctimas de grupos de extrema derecha o funcionarios públicos, y "por eso apoyamos la ley y fuimos al acto del sábado", pero ha indicado que la organización "fue un desacierto".
La líder socialista ha considerado como un "insulto a la inteligencia" que se insista en que fue "genérico y sin nombres", pues hubo "personas concretas de familias concretas". En este sentido, ha lamentado: "Acudimos de buena fe, pero ha habido una quiebra de confianza con la presidenta en este tema". También ha denunciado que "ningún miembro de ETA merece un homenaje".
Asimismo, ha apuntado que "la ciudadanía, con toda razón, puede sentirse más que ofendida por este acto, porque la presidenta ha frustrado las expectativas de las verdaderas víctimas", ha añadido.
En dicha comisión, Barkos ha reconocido que entre sus invitados a su homenaje contra la policía había familiares de asesinos de ETA.