Navarra celebra su primer Debate sobre el Estado de la Comunidad de la legislatura en el Parlamento de Navarra y lo hace con un discurso de la presidenta, María Chivite, cargado de autocomplacencia y de negaciones de la evidencia sobre la situación actual de la Comunidad foral.
Pero entre toda su palabrería, se le ha caído algo que se ha convertido en un hecho irrefutable, y es que Navarra, de lejos, ya no es la comunidad autónoma puntera en materia sanitaria y que la percepción de calidad de la sanidad pública que perciben los ciudadanos ha caído de manera alarmante.
En este sentido, ha sido la propia Chivite la que ha reconocido de forma no explícita que su predecesora en el cargo, Uxue Barkos, comenzó a cargarse la sanidad pública en Navarra y que ella la ha rematado, cuando ha hablado de "la necesidad de recuperar la fortaleza del sistema sanitario público y prepararlo para los retos que tenemos como sociedad".
Según ella, recuperar esa fortaleza "es prioridad para el Gobierno foral", que advierte de que esta carencia debe ser atendida "con cambios en los sistemas de atención, nuevos modelos de gestión, tecnología y reorganización del papel de los profesionales". Así, ha defendido su nueva Ley Foral de Salud que será "participada y eficaz".
La leve mejoría en las listas de espera, a su juicio, demuestra que "es una cuestión que nos ocupa", al igual que otras medidas ya en marcha o en estudio, tanto relacionadas con la organización interna de los equipos como con el modelo sociosanitario, la digitalización o la mejora de la accesibilidad.
Chivite se ha referido en un discurso de una hora y cinco minutos de duración a la Educación en Navarra, esa que según el Informe Pisa, retrocede a pasos agigantados en Navarra. Según ha dicho, la educación es "otro pilar" del Gobierno, para poner como ejemplo que el año próximo habrá una inversión educativa por habitante de 1.534 euros, un 43 por ciento más que en 2019, con un "compromiso" que se evidencia en el respaldo de indicadores como el de que Navarra es la comunidad con menor abandono escolar o la mejor en competencias lingüísticas en inglés.
Eso sí, ha obviado que en comprensión lectora o en la competencia científica, Navarra retrocede desde los primeros puestos del ránking a posiciones más que mediocres.
También ha defendido su ley de vivienda, a pesar de ser la presidenta que menos vivienda protegida ha construido en Navarra en toda la historia de la democracia. "Es prioritario aumentar el parque público de vivienda asequible, que, además, en Navarra está blindado por ley para no poder descalificar esas viviendas", ha avanzado para advertir de que se trabaja "en distintos planos y medidas, porque una sola no es suficiente para abordar la cuestión". Pero de cosas concretas, poco o nada.
Por otro lado, ha defendido que Navarra es la comunidad con mayor inversión en políticas sociales, con 4.161 euros por persona frente a los 2.000 que, por ejemplo, invierte Madrid, "ejemplo de qué modelo defendemos unos u otros y qué diferencia a unos gobiernos de otros". No ha ofrecido Chivite los datos comparados sobre pobreza y pobreza severa de Madrid o Navarra, y por supuesto, no ha dicho absolutamente nada de que los navarros son de largo los que más impuestos pagan de toda España.
