El pleno del Parlamento de Navarra ha rechazado este jueves una moción presentada por Contigo-Zurekin que pedía a PSN, EH Bildu y Geroa Bai que desistieran del uso del nombre de Maravillas Lamberto para el Monumento a los Caídos, tal y como recoge el acuerdo de los tres partidos.
La iniciativa, que apostaba además por usar este nombre para la futura sede del Instituto Navarro de la Memoria que se está construyendo en el edificio del Palacio Marqués de Rozalejo, ha contado con el voto en contra del resto de partidos de la Cámara foral.
El debate de la moción ha evidenciado las discrepancias entre los socios del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona. Contigo-Zurekin considera que el acuerdo para el Monumento a los Caídos incumple los acuerdos programáticos en estas dos instituciones, mientras que PSN, EH Bildu y Geroa Bai lo han negado y han defendido el proyecto previsto de centro de memoria para este edificio.
En defensa de la iniciativa, el portavoz de Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán, ha destacado que "tras décadas de olvido forzado, Maravillas Lamberto es hoy un símbolo de aquellos navarros y navarras que perdieron la Guerra Civil y de todos quienes sueñan con un futuro republicano para Navarra y este país".
Guzmán ha explicado que su moción no aborda el derribo o la resignificación del Monumento a los Caídos, que es, ha dicho, "otro debate", sino que pretende "revertir" una propuesta que está generando "sufrimiento innecesario" entre "el movimiento memorialista" y que "es contrario al sentir de la familia de Maravillas Lamberto". Y ha dicho a PSN, EH Bildu y Geroa Bai que "no hay justificación política para seguir alargando este sufrimiento".
Javier Esparza, de UPN, no ha querido entrar al debate sobre el nombre del edificio y ha criticado que "están construyendo su convivencia y excluyendo a una parte muy importante de los pamploneses y navarros". Según ha opinado, "es evidente que se está incumpliendo" el acuerdo programático entre los socios del Gobierno foral que establece "afrontar conjuntamente un proyecto consensuado" para Los Caídos.
La socialista Inma Jurío ha señalado que el nombre de Maravillas Lamberto forma parte de "un acuerdo cerrado y no se puede desligar una cosa de otra". Un acuerdo que ha calificado de "valiente, sabiendo que no tenía una adhesión total" pero que supone "un paso adelante" para que el edificio "se convierta en un centro de interpretación de la memoria que tienda a dignificar a las víctimas". Ha destacado que "el proceso participativo se va a abrir ahora mismo" en el que podrá intervenir el colectivo memorialista.
Desde EH Bildu, Arantza Izurdiaga ha resaltado que "hoy sí existe una mayoría política que ha acordado un proyecto político y memorialístico para transformar física y simbólicamente" el Monumento a los Caídos para "privarle de esa condición de símbolo franquista y transformarlo en un centro de denuncia del fascismo". Ha admitido que el nombre de Maravillas Lamberto "no es del agrado de todas las asociaciones memorialistas" y se ha mostrado abierta a "plantear modificaciones que puedan enriquecer el proyecto" dentro del proceso de participación y del "marco de negociación y el consenso".
Por parte de Geroa Bai, Mikel Asiain ha asegurado que "no se incumple en ningún momento" el acuerdo programático con el proyecto de resignificación del edificio pactado entre su partido, PSN y EH Bildu. Ha dicho a Guzmán que "parten de una premisa errónea" al "entender subjetivamente" que del consenso recogido en el acuerdo programático dedujeron el derribo del edificio. Ha dicho que Geroa Bai no va a defender "a capa y espada" el nombre de Maravillas Lamberto y ha afirmado que "estamos abiertos a su análisis y modificación".
La representante del PPN, Maribel García Malo, ha criticado que el acuerdo para resignificar Los Caídos "ha buscado dividir a la ciudadanía entre los que comparten sus ideas y todos los demás a los que nos han pretendido señalar". Un acuerdo que "deja patente la nula consideración del Gobierno con uno de su socios", ha afirmado García Malo, que ha preguntado a Contigo-Zurekin si "van a seguir apoyando a quienes no cuentan con ustedes para decisiones cruciales. ¿Van a seguir en el Gobierno renunciando a sus principios?".
Finalmente, Emilio Jiménez, de Vox, ha considerado que esta moción es "una pataleta de un grupo que se siente, y con razón, ninguneado por sus compañeros de viaje". Ha criticado que "hablan de dolor, pero solo de unos". "La Guerra Civil fue una inmensa tragedia de un pueblo desgarrado por la ideología y la omnipresencia del odio", ha indicado Jiménez, que ha defendido la Transición y ha acusado a la izquierda de querer "la imposición de una falsificada, ideológica y maniquea historia de España" para "criminalizar a todas las opciones políticas que no sean de izquierda".
